Por Santiago Fraga, desde Santa María de Punilla (enviado especial)

Si no llueve, no hay Cosquín Rock. Así ya lo aseguran los habitantes de Santa María de Punilla, los artistas y todos aquellos que han asistido al festival en más de una oportunidad, con casi tanta seguridad como con la que en Rosario se predice lluvia en las Colectividades -aunque aquí sin ninguna maldición de por medio-.

La jornada de lunes, la última del evento, comenzó con cierto temor por algunas lluvias que en tempranas horas de la tarde cayeron y obligaron a los organizadores a instalar paneles contra el barro en los principales escenarios. Cabe recordar que en 2015 el festival debió ser suspendido por las inclemencias del tiempo.

No obstante, a la larga las nubes siguieron su camino y el sol brilló durante la tarde para dar lugar a la música y al cierre de una tremenda fecha del Cosquín Rock 2017. Más allá de las presencias internacionales de Carl Palmer y Jimmy Rip, y de las actuaciones estelares de La Beriso, Kapanga, Attaque 77 y Los Violadores, el escenario temático Rock 50 años se llevó todos los aplausos.

Viejos son los trapos

Craneado por José Palazzo como un homenaje al rock argentino, el escenario temático Rock 50 años fue una de las joyas de la edición 2017 del Cosquín Rock. Con fuerte representación de Vox Dei, Manal y Serú Girán, los presentes se maravillaron desde las 15.30, hora en que abrió el escenario con Golosinas Peligrosas, hasta el cierre en horas de la madrugada, de la mano de Pipo Cipolatti y Los Twist.

En un primer lugar, cuando la lluvia todavía molestaba, los ex Manal Javier Martínez y Alejandro Medina pusieron todo al asador con sus respectivos shows en donde sonaron himnos como «Jugo de tomate frío» y «Una casa con diez pinos».

El turno, luego, fue de los ex Vox Dei. Ricardo Soulé se presentó con «La Bestia Emplumada» y de forma maravillosa -una de las mejores performance del festival- recordó temas como «Jeremías, pies de plomo», «Las guerras» y «Génesis», tanto con su voz como interpretando con su guitarra, su harmónica y hasta un violín. Más tarde quien se subiría sería Willy Quiroga, que también dio su versión de «Las guerras» y además rockeó con «El viejo», de Pappo Blue’s, acompañado de su hijo Simón. Entre ellos se coló la inoxidable Celeste Carballo, con su inconfundible voz y potencia.

Alrededor de las 20 comenzó el plato fuerte del escenario, como así también un recurrente abrazo de los artistas al gran ausente: Charly García. Fabiana Cantilo fue quien primero brindó los honores, con un setlist que incluyó temazos como «Dulce Condena», «Ya fue», «Thelma y Louise» y «La Bestia Pop», subiendo como invitada Claudia Puyó.

El momento más fuerte del escenario quizás estuvo protagonizado por el rosarino Fito Páez. Ante una gran cantidad de gente, el músico retornó a Cosquín y le regaló al público canciones como «El chico de la tapa», «11 y 6», «Mariposa Technicolor», «A rodar mi vida» y «Ciudad de pobres corazones», para finalizar con «Alegría a mi corazón”, siendo coreado y ovacionado por todo el público al grito de “Fito, Fito, olé olé olé”.

“Parece que de 1987 no estamos tan distintos”, había dicho antes de comenzar a tocar, y cerró con agradecimientos: “Gracias a Litto (Nebbia), a Moris, a Vox Dei, a Manal, a Spinetta, a Charly, al Indio, a los grupos nuevos que buscan la libertad propia y la de los demás, que al final el rock no está sólo en un pase de nombres sino en estudiar el lenguaje del otro, conocerlo y hacernos más libres. Gracias a ustedes, el futuro es nuestro, el futuro es ayer”.

Los pesos pesados de la fecha seguirían con Pedro Aznar, a quien el paso del tiempo sólo parece mejorarlo, con grandes clásicos como “Mientes”, “Ya no hay forma de pedir perdón”, “A cada hombre, a cada mujer”, versiones de Los Gatos y con constantes recordatorios (con imágenes en las pantallas incluídas) de su gran amigo Charly. A él lo siguió David Lebón y el cierre estuvo de la mano de Los Twist, que tuvieron el privilegio de ser los últimos en escucharse este año en Santa María de Punilla.

De punks y rocanroles

En el escenario principal, el punk y el nuevo rock nacional fueron los que cantaron su presente durante las más de doce horas de música. Por un lado, hicieron su aparición los únicos tres artistas de esta edición que también estuvieron incluídos en la grilla del primer Cosquín Rock en 2001: Las Pelotas, Kapanga y Palo Pandolfo.

Los primeros en sonar en el principal, cuando todavía la lluvia era un problema, fueron El Plan de la Mariposa y Cuatro al Hilo, para darle paso a Palo y luego a Carl Palmer, que brindó los mejores temas de la época de Emerson, Lake & Palmer. Más tarde vendría el turno de La Que Faltaba y Los Guarros, el grupo de Javier Calamaro que volvió a reunirse tras 20 años de separación.

Los Violadores fue una de las grandes sorpresas de esta edición, haciendo su debut en el festival tras haber regresado de su tercera separación, repasando los grandes clásicos de la banda como “Uno, dos, ultraviolento”, con quien dieron cierre a su show.

De esta forma, el punk continuó con Attaque 77, una de las bandas más escuchadas del lunes y que volvía a presentarse en el Cosquín después de más de diez años de ausencia, haciéndolo con hits como «Espadas y serpientes», «Western», «El jorobadito», «Setentistas», Hacelo por mi» y «Beatle», con temas nuevos como “Como salvajes”, y cerrando con “Donde las águilas se atreven”, con la presencia de ex combatientes de Malvinas sobre el escenario.

Las Pelotas, otro clásico del festival, se despachó ante una gran cantidad de público con temazos como “Será”, “Personalmente”, “Si supieras”, “Siento”, “Capitán América” y “El Ojo Blindado” de Sumo, invitando al escenario además a Panchito, que también subió en la noche del domingo con Los Fabulosos Cadillacs.

El cierre fue a todo trapo para La Beriso, que recién en 2014 tuvieron su primera aparición en una grilla de Cosquín Rock y en un escenario temático, y tan sólo tres años más tarde se encuentran cerrando el festival, lo que demuestra el increíble ascenso que la banda ha tenido en tan poco tiempo, tanto en popularidad como en lo musical.

Rolo Sartorio, cantante de la banda, también se hizo eco de esto y lo mencionó ante su gente, previo a invitar a Juanse al escenario para que cante con ellos. Anteriormente, el propio Rolo había subido de invitado a cantar en los show de Fito Páez -también con Juanse, para interpretar Cowboy de Los Ratones Paranoicos- y Los Pericos.

En los demás escenarios, cabe destacar las actuaciones de Jimmy Rip y Botafogo en el nuevo escenario «La Casita del Blues», como así también las presentaciones de El Flaco Pailos y Hernán Casciari en el escenario alternativo, siendo lo principal el show final de Los Pericos celebrando sus 30 años, y culminando con Attaque 77 de invitados para interpretar «Casi nunca lo ves». También se presentaron Los Espíritus en el Quilmes Garage y Cecilia Amenabar como DJ en el espacio Ceremonia Geiser.