Por Juan Manuel Martellotto

El destacado y eximio músico David Gilmour, miembro legendario de la banda Pink Floyd, cumplió 78 años. El cantante, compositor y multi instrumentista de una las bandas más importantes en la historia del rock mundial, no sólo ha cautivado con su voz tan distintiva y sensible sino que logró imprimir su particular estilo en la guitarra, influenciando a millones de adeptos en todo el planeta.

Curiosamente su entrada a Pink Floyd, fue en lugar del fundador, líder original y quien le dio el nombre al grupo, Syd Barret, a quien David le daba clases de guitarra y asistía pero las drogas, en especial el LSD, estaban haciendo estragos en Syd, a punto tal que empezó a incidir en su estado mental y no hubo otra opción que reemplazarlo.

Era tal el erratismo de Barret, que ya no podía tocar mas en vivo con Pink Floyd, y así fue como se dio la incorporación de Gilmour a la legendaria banda con la que grabó varios discos exitosos y paralelamente empezó con su carrera solista en 1978.

Cuando Roger Waters abandonó Pink Floyd, presagiando el final del grupo, juicio mediante por el nombre de la agrupación, David Gilmour y los demás integrantes decidieron seguir con la banda e incluso grabaron más discos, demostrándoles al bajista y compositor que podían prescindir de él, aparte de ganarle la batalla judicial.

Sin duda alguna, el aporte de David Gilmour tanto a Pink Floyd como a la música en general, ha sido notorio y muy importante dado el privilegio del artista como compositor de hermosas canciones, muchas de las cuales son clásicos. Como guitarrista con un estilo muy particular, logró trasmitir un sonido en el instrumento de una sensación extrema. Y como cantante, portador de una sensibilidad auténtica con su voz calma, relajada e inconfundible que trasmite paz, amor y armonía.