Por Santiago Fraga

“Después de ese bajón, es todo más brillante”. Era finales de 2019 cuando Tomás Ferrero, César Seppey y Gustavo Rodríguez se reunieron para decidir qué hacían con Rayos Láser, ese proyecto musical al que tanto amor le habían dedicado durante ocho años y que en ese entonces ya no los conectaba de la misma forma. Hacía ya un año se había publicado “Un regalo tuyo” y pese a haber sido nominado a los Premios Gardel, la repercusión en la prensa no había sido la mejor. Los últimos shows del año tampoco habían resultado como esperaban y la distancia física entre ellos ocasionaba problemas en la comunicación. Todo se hacía cada vez más cuesta arriba y estaba seriamente en juego la posibilidad de que el grupo se disolviera.

Sin embargo, en ese encuentro, en ese poder decirse todo, finalmente terminaron entendiéndose y salieron de allí con un mayor impulso, sintiendo que ahora tenían que hacer algo que los “divierta” y que, definitivamente, les “mueva le piso”.

Ese algo fue “El Reflejo”, disco publicado en 2020 que no solo les renovaría la alegría y la diversión como banda, como grupo de amigos, sino que los elevaría a un nivel aún superior y los llevaría a recorrer nuevos lugares que recién ahora están transitando.

Con una reciente nominación a Mejor Álbum Pop/Rock en los Latin Grammy, premiados en Córdoba, declarados de Interés Municipal y Cultural por su localidad de Villa María y con giras planificadas por México y Europa, Rayos Láser llega este jueves a Rosario para presentarse junto a la destacada banda contemporánea local Muñecas en un show que comenzará a las 20 en el Centro Cultural Güemes (Güemes y Ovidio Lagos), con entradas en venta en entradaplay.com o en Amadeus Rock (Córdoba 1639).

Conclusión dialogó en la previa del show con Tomás Ferrero, cantante de la banda, quien al momento de la entrevista se encontraba en Buenos Aires, un día antes en Mendoza y un día después llegando a Rosario, en una agenda que demuestra también el ritmo que lleva la banda en este 2021 que comenzaron con shows en varias ciudades, pero con una nueva gira que ahora tiene otro gusto -aún mejor- ante una situación de menos restricciones sanitarias en el país.

En la charla, Ferrero destacó la importancia de la amistad entre los integrantes del grupo a la hora de encarar y sostener el proyecto artístico, el bajón que atravesaron hace dos años y el presente que los encuentra ahora en uno de sus mejores momentos.

– Ya a principios de año habían hecho una gira por varias ciudades, pero ahora está todo más liberado, con el público pudiendo bailar, sin mesas ni burbujas. ¿Qué les viene generando esta nueva gira y este reencuentro?
– Disfrutándolo. Súper felices porque no solamente se liberó toda la cuestión protocolar, sino que también creció un poco la cantidad de gente que escucha Rayos. Entonces, de repente vamos a un lugar y la gente canta todos los temas, arenga, agita, hace pogo. Como que subió esa vara también, así que disfrutándolo al máximo.

– Sé que es difícil de medir, pero ¿eso se lo atribuís al disco?
– Sí, creo que es este disco que sacamos que pegó bien y las canciones, “Ya me hiciste mal” sobretodo, se destacaron y se separaron del disco. Son un evento en sí mismas, así que yo creo que eso tuvo mucho que ver en que la gente se conectara más con Rayos.

– Pensando en lo que habían sido los trabajos anteriores, este por momentos es mucho más rockero e incluso casi “de vivo”.
– Sí, lo pensamos para shows, justo en el año en que no se podía tocar… tratamos de ser lo más banda de rock tocando en vivo que se pueda.

– ¿Cómo vivieron esa modalidad de tener que trabajar a distancia?
– Nosotros teníamos un poco de cancha o de ejercicio en eso porque hace tiempo ya no vivíamos juntos, estábamos en ciudades separadas, entonces cuando llegó la pandemia ya teníamos un poquito más de entrenamiento en laburar por WeTransfer o a distancia. No nos costó, y de hecho lo pudimos re aprovechar, porque en el estudio uno va a contrarreloj corriendo contra las horas, y acá cada uno pudo en su pequeño home studio estar más cómodo que en ningún otro lado y con todo el tiempo del mundo para hacerlo. Ganamos por ese lado.

– ¿Y cómo fue también el reencuentro y ensayar por primera vez estos temas?
– Estuvo muy bueno. Nos encontramos con los chicos no sé cuántos días después de que ya había salido el disco, ni siquiera es que lo pudimos preparar antes juntos o algo, fue todo a distancia. Y nos juntamos para volver a tocar en un streaming que fue la primera fecha después de la salida del disco, y fue un muy lindo reencuentro, para sacarse un poco el óxido después de mucho tiempo frenados.

– Es un disco más rockero, arriba, pero en las letras se refleja como algo melancólico también, mucho de desamor. ¿Eso tiene que ver con el contexto en el que salió o responde a otras cosas?
– De todo. Uno trata de escribir desde lo que le pasa a uno y lo que uno siente, y también inventar historias desde un lugar más cinematográfico, no sé. Es una buena mezcla.

– ¿Y es más fácil escribir con el disparador de momentos tristes que de cosas alegres?
– Sí, me parece que sí. Además es algo con lo que la gente conecta más, porque pasa, sucede. Cualquier persona tuvo una situación de esas en cuanto a relaciones, entonces conecta más con quien lo escucha.



– ¿Sentían necesario este cambio que hicieron en la búsqueda musical?
– Súper necesario, porque es la forma que encontramos de volver a divertirnos un poco. Justo antes de la pandemia estábamos en una etapa muy “de meseta”. Estábamos cada uno en la suya, poco conectados con el proyecto, las producciones y shows que habíamos hecho habían sido medio… nada, no nos había ido tan bien, la prensa no hizo nada con el disco. Fue todo muy cuesta arriba, entonces estábamos desganados. Nos juntamos a hablar y en vez de fundirla, que era una de las opciones, dijimos “Bueno, hagamos algo que nos mueva el piso, que nos divierta”, y ahí salió “El Reflejo”.

Y estando la separación arriba de la mesa, ¿cuál fue el click para volver a apostar de nuevo?
– Es algo que pasa mucho, mismo en las parejas. Tuvimos una charla de esas. Y al final, el problema mayor es que fue un teléfono descompuesto. Cada uno pensaba que el otro pensaba tal cosa. Entonces nos dijimos todo, charlamos de todo y pudimos reencausar y nos dimos cuenta que en realidad ninguno de los tres quería separarse, sino todo lo contrario. Nos daba pena que el proyecto caiga, cuando hacía tanto tiempo que le estábamos dando amor.

– Siguieron adelante, salió este disco y con eso además de lo que están viviendo ahora llegaron premios y nominaciones.
– Sí, cambió todo. Esa charla para mí fue un puntapié y algo clave en la historia de Rayos. Hizo que podamos reestructurar y reencaminar el barco.

– Esta nominación a los Latin Grammy como «Mejor Álbum Pop/Rock» junto a artistas como Juanes o Adán Jodorowsky, los premios que recibieron hace poco en Córdoba, ¿se los esperaban o por todo lo vivido fue aún más sorpresivo?
– Totalmente inesperado. Con los Grammy de hecho ni siquiera sabíamos cuándo eran las nominaciones. Me llamó un amigo a decirme “Che, felicitaciones” y yo le dije “Bueno, gracias”, no tenía ni idea, y me insiste “No, fíjate, están nominados a los Latin Grammy”, y ahí me fijé. Súper inesperado, pero este disco también fue así. Como que fluyó todo, muy orgánicamente, no se forzó nada. La misma participación de Celeste Cid en uno de los videos fue porque todo se dio así, no es que nos pusimos a buscarla. O mismo el video animado, se dio así porque no podíamos filmar y apareció justo un amigo que tenía un proyecto de animación y dirección, se re copó con el tema e hicimos “Ya me hiciste mal”, y “Ya me hiciste mal” explotó y eso hizo que podamos hacer “Se borró”. Todo fue de la mano, una cosa llevó a la otra.



– ¿Qué fue lo que pasó con “Ya me hiciste mal”? La mayoría de sus videos tienen decenas de miles o cientos de miles de reproducciones, pero este ya está casi en las 12 millones.
– Una locura, que nos abrió el panorama en Latinoamérica en general. Ahora estamos planeando la gira en México el año que viene, Europa… como que se abrió la cancha mal y estamos muy entusiasmados.

– Ahora “Se borró” también viene a buen ritmo, casi 250 mil reproducciones ahora.
– Sí, estamos re cebados. La gente como que lo súper aceptó y abrazó la historia de estos personajes y estas canciones. Disfrutándolo, es lo único que estamos haciendo en este momento.

– Y disfrutándolo aún más después del momento al que habían llegado en 2019.
– Sí, después de ese bajón es todo más brillante. Con salir a tocar ya estamos agradecidos, y lo mismo pasó con la pandemia. Cualquier cosa de la que antes uno a veces renegaba, como un evento de prensa, o los mismos shows, ahora está todo explotado de gente. La gente quiere volver a ver espectáculos en vivo y nosotros queremos volver a tocar. Está todo el mundo cebado para reactivarlo.

– Ahora en diciembre se están por cumplir 10 años del disco debut.
– Un flash total, y al mismo tiempo no parecen para nada 10 años. Siento que fue hace dos meses que salió.

– ¿Qué ha cambiado entre aquel comienzo y hoy?
– Gracias a Dios, no mucho. Somos muy amigos, eso se ha mantenido y ha sido el motor y la vara con la que medimos todo. Todo lo que hicimos y todo lo que encaramos siempre fue poniendo nuestra amistad primero y entendiendo que eso fue lo más importante y lo más fuerte. Y que si eso está bien, el resto está bien.

El show de Rayos Láser llega en el marco del tour Argentina 2021 que incluye diez shows con sede en Córdoba Capital, Villa Mercedes, Mendoza, Tucuman, Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Santiago del Estero, Salta y San Luis. Por su parte, Muñecas viene de estrenar su primer remix de «Diabla» por DJ Diego Chamorro.

En la versión original del corte difusión del destacado disco “Festival de sombras”, la misma se caracteriza por su carácter nocturno de espíritu ochentoso, inspirada en el French Touch de bandas como Daft Punk, Justice y Kavinsky. En el remix, la voz pasional y misteriosa, junto al sonido de sintetizadores y guitarras sexys, se fusiona con un beat electrónico aportado por el DJ, en una interpretación vibrante que invita a seguir bailando.