Por Mario Luzuriaga

«Queen» fue una de las bandas más prestigiosas del mundo, su música trascendió por todos los ámbitos. Su líder, Freddie Mercury, fue un icono de la cultura popular y además el grupo pisó suelo rosarino a principios de los años 80.

Es por esto que un conjunto de músicos rosarinos, tomando el legado que dejó la banda inglesa hace un tributo que los llevó a conquistar grandes escenarios de todo el mundo. Hoy regresan a Rosario, más precisamente a Metropolitano, para presentar su nuevo show llamado «Don’t stop me now» el próximo sábado.

Previo al espectáculo Matías Albornoz, baterista de la banda, dialogó con Conclusión acerca de un recital que promete emocionar al público.

— ¿Cómo fue la génesis de «Dios salve a la reina»?

— Primero como fans de «Queen» se junta con un grupo de amigos para hacer canciones de la banda que le gusta. Entonces con Pablo Padin (cantante) nos unimos con otra banda y tocábamos temas de «Queen», «Guns & Roses» y canciones propias inclusive. Luego se separa esa banda y empezamos a buscar un guitarrista y un bajista con el gusto a «Queen» como referencia y marcar un estilo. Por suerte encontramos a Ezequiel Tibaldo y Francisco Calgaro, los primeros temas que sacamos fueron de «Queen» e intentamos a hacer un tributo.

— En ese entonces empezaban a surgir bandas tributo como por ejemplo «The Beats».

— Claro, no eramos conscientes de que se estaban gestando este tipo de bandas tributo fue todo accidental. Por suerte se generó algo muy bueno.

— ¿Qué se siente llevar el espíritu rosarino a cada parte del mundo que visitan?

— Es un orgullo. Rosario es conocida por ser la cuna de grandes artistas como Fito, Baglietto, etc; se ve que la gran característica que tiene la ciudad es esa. Nosotros vamos con orgullo a cada lugar diciendo que representamos a nuestra ciudad.

— ¿Cómo se sienten cada vez que suben a escenarios internacionales?

— Hoy en día más relajados. Lo disfrutamos mucho porque  ya vamos a lugares donde nos esperan y el recibimiento es bueno. Entonces disfrutamos mucho estar arriba del escenario.

— Mientras están tocando ¿qué es lo que más disfrutan? ¿ver la reacción del público o que la música esté a tiempo?

— Creo que es una mezcla de todo, a veces el público está eufórico y te transmite esa energía. Te contagia y se genera un feedback maravilloso. O a lo mejor no están tan eufóricos, pero las canciones están saliendo como uno las ensayó, entonces te ponés contento. Es como que también hay momentos, por ahí el público está expectante por escuchar «Bohemian Rapsody»y está buenísimo que el público se conecte.

— ¿Tuvieron la oportunidad de cruzarse con gente allegada a «Queen»?

— Si en 2004, tocamos en Inglaterra y se cumplía un aniversario un espectáculo que producía Brian May, y nos invitaron a verlo. Cuando terminó el show hablamos con él y también con el manager de la banda, el asistente personal de Freddie y mucha gente que colaboró como técnicos e ingenieros de sonido de la banda. Todos muy buena onda, saben de nosotros y tienen buen concepto de nosotros.

— ¿Cómo se preparan para el concierto que brindan «en casa»?

— La verdad que tocar en casa tiene ese plus de ansiedad y de nervios, no sé por qué, pero Rosario genera eso. Con muchas expectativas porque es la primera vez que tocamos en el Metropolitano, ya que siempre estamos en el teatro El Círculo. Apostamos a un lugar más grande y espero que vaya todo bien, estamos con mucha ilusión.

— Después de éste show ¿empiezan una nueva gira?

— Hay shows en Buenos Aires, ya estuvimos en Córdoba, hay en Mendoza, San Juan y arrancamos en junio una gira por Brasil. En julio a Europa, como cada año una gira grande por España y tenemos la oportunidad de ir por primera vez a Japón.

— Ya que hablamos de público internacional ¿cómo fue la recepción del público inglés para con la banda?

— Eso fue en 2004 y fue increíble, me acuerdo que era la primera vez y no sabíamos cómo iban a recibirnos. Somos una banda con otras costumbres y lenguajes e ir hacer sus canciones, sería lo mismo que vengan de otro lado a hacer un tributo a Charly García. Lo tomamos así, pero fue tan buena la recepción nos invitaron a ir todos los años.

— ¿Tienen el sueño de tocar en el estadio Wembley?

— Si, la verdad nunca nos planteamos a hacer algo tan grande. Como sueños nos planteamos lugares, por ejemplo visitar Japón por lo que significó en ese país, pero sería hermoso replicar lo que hicieron en el 86.

— ¿Cómo músico que momento o canción es la que más te satisface durante un concierto?

— Hay dos momentos que me gustan, la reacción que se genera cuando tocamos «Bohemian Rapsody» y cuando tirás las primeras notas del tema la gente estalla. Y después hacer canciones raras y difíciles de tocar, es lo que me más divierte.