Por Mario Luzuriaga

La Segunda Guerra Mundial es un tema por demás de recurrente en el cine. Muchos directores aportaron su mirada y esta vez le tocó el turno a Christopher Nolan.

Nolan es uno de los cineastas que se destaca por su autoría y por hacer filmes un tanto complicados, pero efectivos a la vez. Su opera prima, «Memento», es uno de estos casos. También se metió con los superhéroes y más precisamente con «Batman». Allí Nolan intentó darle una solemnidad innecesaria al personaje, pero cabe destacar que nos regaló una de las mejores cintas sobre el personaje, como lo fue «Batman: el caballero de la noche».

Ahora se suma a un proyecto al que le aporta su particular mirada. En «Dunkerque» se puede ver claramente la evacuación de las tropas británicas, que combatían en territorio francés contra el poderoso ejército nazi, en 1940.

La historia que cuenta Nolan es la sucedida en ese conflicto con tres puntos de vista diferentes que conviven a la perfección, pero que confluyen en un punto clave: sobrevivir.

La película retrata esa evacuación planeada por el entonces primer ministro británico, Winston Churchill. Las visiones se centran en un joven soldado que quiere escapar del horror de la guerra; de un hombre junto a su hijo que utiliza su embarcación para la evacuación y la de un piloto de la Fuerza Aérea Real británica.

En esta oportunidad lo que hace Nolan es reflejar lo que se vivió durante ese período y todo el sacrificio realizado tanto por los soldados que combatieron en el frente de batalla, como por los civiles. También remarca el papel de la navegación civil, el cual fue crucial a la hora de la evacuación.

Visualmente la película es espectacular y a su vez, claustrofóbica a la hora de la acción.

En los roles protagónicos se destacan las actuaciones de los jóvenes Fionn Whitehead, Damien Bonnard y Harry Styles como soldados inexpertos que fueron a defender a sus aliados franceses. Pero que se ven los miedos y la frustración que tienen al volver del campo de batalla.

Acompañan de una manera excelente los ya experimentados Mark Rylance, Kenneth Branagh y los «fetiches» de Nolan, Cillian Murphy y Tom Hardy.

Christopher Nolan ha hecho un gran trabajo visual y argumental, en un film que narra una interesante historia muy pocas veces contada.

Calificación: Muy buena.