A sus 66 años y con varios kilos menos, queda muy poco en él de sus personajes el “Señor Barriga” y “Ñoño”.  A pesar de ser médico de profesión, Vivar dejó su carrera y acaba de cumplir 45 años en el espectáculo sin arrepentirse ni un solo instante de haber dejado todo por el arte. EL actor asegura estar en una etapa de su vida donde puede elegir lo que le gusta hacer y es por ello que ahora acepta solo los papeles que le agradan.

Vivar no se arrepiente de haber dejado las ciencias médicas por actuar, “porque si el objetivo principal de la medicina es aliviar el dolor, la actuación es la mejor medicina del espíritu. Estaba trabajando como médico cuando pasé a ser actor y las circunstancias me llamaron y cuando la carrera comenzó a ser demandante tuve que elegir. Si te vas a dedicar a algo, tienes que estar comprometido cabalmente, y por eso no quise ser un actor mediocre”, manifestó el actor a un medio peruano.

El ex señor Barriga también manifestó su gusto por el drama. “Cuando terminó El Chavo del 8 quise hacer cosas diferentes, salir de mi zona de confort y traté de convencer a los productores de que podía hacer cosas diferentes, no solo la comicidad. He hecho mucho teatro clásico. Lo último que hice en México fue ‘Un corazón normal’, una obra dramática. Allá el público está acostumbrado a verme en cosas distintas”, señaló.

“Me gustaría hacer de villano, ¿por qué no? Aunque he hecho de malo en un par de películas  y en el thriller ‘Juan y la borrega’, que es un corto muy oscuro de un asesinato. Me tocó otro reto en mi carrera, terminé masacrado y con un balazo en la cabeza. Me gustó ese personaje, porque  a mí me gusta probar cosas ya que si hubiera querido no me habría salido de mi zona de confort y seguiría siendo “Ñoño” y “Don Barriga”, un terreno probado y comprobado porque a la gente le gusta”, comentó Edgar Vivar.

El actor habló de Bolaños y dijo: “A muchos nos molesta que aun muerto Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, no descanse en paz, que Carlos Villagrán, Kiko, y María Antonieta de las Nieves, La Chilindrina, sigan hablando de él…”, aseveró. “Yo me llevaba muy bien con Roberto y con los otros también, por mi parte la amistad sigue”.

Por último señaló que tiene sus memorias y que “las escribo para mí, para no olvidar algunas cosas. Hay cosas bonitas y también desagradables que no quiero compartir, creo que solo me interesan a mí. Soy egoísta en ese sentido, no me gustaría compartirlas, lo dejo eso como legado y si mi familia decide publicarlo cuando me muera, ya ellos decidirán”.