Por Mario Luzuriaga

Nacido en Rosario en agosto de 1933 en el barrio de Pichincha, el Negro tuvo una vida muy humilde que luego la supo trasladar con mucha alegría durante sus programas televisivos. Al ser el hijo varón y criado por su madre Matilde, el pequeño Alberto tuvo diversos trabajos para mantener a su familia.

Pero también disfrutaba de sus amistades en la que durante su adolescencia trabajaban en compañías de comedias españolas y al ver que se lucía en lo que hacía, el director Francisco «Pancho» Guerrero le propuso que vaya a Buenos Aires a trabajar en los inicios de la televisión argentina.

Allí se desempeñó como «switcher», en la que mandaba al aire lo que filmaba cada cámara; pero al ver que tenía una chispa increíble para el humor y debutó en «La Troupe de TV», junto a grandes como Tincho Zabala. En 1960 fue convocado para presentar dibujos animados y ahí nació el querido Capitán Piluso.

Piluso fue tan querido por los chicos que su personaje pasó a tener el programa propio y los dibujos que presentaba, pasaron a ser parte del relleno del programa. Él junto Humberto Ortíz, Coquito, hicieron grandes éxitos como un desafío con el gigante del catch Martín Karadagián y luego la película «Las aventuras del Capitán Piluso (en el castilo del terror).

Luego formó parte del programa cómico «Operación Ja Ja» de los hermanos Hugo y Gerardo Sofovich junto a los mejores actores cómicos como Fidel Pintos, Luis Tasca, Javier Portales, María Rosa Fugazot, Alberto Irizar, Jorge Luz, Adolfo García Grau, entre otros.

Los años 70 fue el nacimiento de la dupla más importante de la comedia nacional, ya que en 1973 unió fuerzas con Jorge Porcel en la película «Los caballeros de la cama redonda», debido al rotundo éxito se consolidaron y de ahí en más trabajaron juntos. Hicieron 20 películas y la última fue rodada en Mar del Plata con un elenco espectacular. Además en televisión estuvo junto a Susana Gimenez y Javier Portales.

En los años ochenta se estrena el programa cómico que revolucionó la televisión y fue «No toca botón», de Hugo Sofovich, en los que se presentaron grandes personajes como «Rucucu», «El dictador de Costa Pobre», el mucamo Perkins», «el psicoanalista», «Chiquito Reyes», «Rogelio Roldán» y «El manosanta».

Alberto Olmedo se nos fue el 5 de marzo de 1988, tras caer de un balcón en la ciudad de Mar del Plata y fue el día en que se apagó la risa. Hasta el día de hoy el Negro sigue vigente con su humor y carisma.