La obra teatral “El laberinto hacia la simplicidad” se presentará en Rosario durante todos los viernes de junio y agosto, para traer al escenario a Milena Jesenská: una mujer nacida en República Checa que supo ser militante feminista, comunista y mantuvo una relación con el escritor Franz Kafka.

La obra se presentará todos los viernes de junio y agosto a las 21 en la Sala La Morada, ubicada en San Martín al 771 planta alta. Las entradas para el espectáculo pueden reservarse a través del WhatsApp 341-3068860 o de Instragram.

Este trabajo teatral cuanta con la dirección de Mailín Sylvester y la actuación de María Victoria Vitta. El vestuario, en tanto, estuvo a cargo de Denise Agustini; la diseñadora gráfica es Guadalupe Vilalta; y la asistente técnica es Belén López Medina.

En diálogo con Conclusión, la directora de “El laberinto hacia la simplicidad”, Mailín Sylvester, adelantó que la función propone un “drama biográfico basado en la vida de Milena Jesenská”, quien pasó a la historia por haber tenido una relación con Franz Kafka y ser la destinataria de las famosas “cartas a Milena”.

Milena Jesenská nació el 10 de agosto de 1896 en Praga. Siendo muy joven dejó su hogar para irse a vivir a otro país con un hombre mayor, de quien se divorcio unos años después. Su romance con Kafka coincidió con el período de entreguerras, donde la joven checa pasó hambre y problemas económicos. Sin embargo, en su afán de trabajar de lo que encontraba, comenzó a dar clases de checo, a hacer traducciones y a escribir artículos periodísticos, lo que le permitió mejorar su nivel de vida y hacerse conocida dentro de la prensa.

Tras alejarse de Kafka, comenzó una relación con otro hombre con quien tuvo una hija, a quien crio prácticamente sola. En paralelo, comenzó a militar el comunismo y, ente el avance de regímenes fascistas en Europa, se abocó a proteger a judíos y a sus copartidarios. Jesenská fue capturada por la Gestapo del nazismo y pasó sus últimos años en un campo de concentración, donde murió. Fue allí donde conoció a su amiga Margarete Buber-Neumann, quien escribió la biografía en la que se basa gran parte de la obra “El laberinto hacia la simplicidad”.

En relación a cómo fue su encuentro con Milena Jesenská, Sylvester detalló: “Yo llegué a ella justamente leyendo a Kafka. Tenía muchas ganas de dirigir algo que tenga que ver con el universo de él y me encontré con un libro que se llama ‘Cartas a Milena’, que es una compilación de las cartas que él le manda a ella. Las cartas de ella a él se perdieron, no existen. Me pareció súper apasionante la relación que ellos llevaban, que duró dos años”.

“Era tan apasionante lo que él le iba contestando, que me imaginaba lo que ella le escribía en las cartas que eran prácticamente diarias. Así fue que llegué a otro libro que es una biografía sobre Milena que escribe su íntima amiga en los últimos años. Así descubrí un personaje histórico súper interesante y rico. Ella tuvo una vida muy intensa y me pareció que era importante compartirla con el público”, completó la directora.

A pesar de la dificultad para acceder a textos que hablen de Milena -ya que las cartas que le escribía a Kafka se perdieron y sus artículos periodísticos no están traducidos al español- Sylvester y Vitta lograron escribir un guion que diera vida a este personaje a través de diferentes materiales rescatados.

“Eso nos dio la posibilidad de generar un universo poético a partir de este personaje en el cual también se encuentran cuestiones de nosotras mismas, lo que nos traviesa como mujeres, lo que sigue estando en común a pesar de los años en que vivió Milena y nosotras. Hay un juego, un entrecruce, entre lo que es el personaje histórico, lo que es María Victoria Vitta, que la encarna, lo que soy yo que dirijo la obra, y lo que es este trabajo que hicimos en común”, observó Sylvester.

Finalmente, la directora teatral aseguró que la obra “ha tenido repercusiones positivas”, y el público se va de la sala con la intención de conocer más acerca de este personaje.