Por Mario Luzuriaga

Solo un gran narrador como lo es Steven Spielberg pudo hacer realidad esta historia basada en la novela de Ernest Cline.

Es el año 2045, nos encontramos con un mundo post apocalíptico en la que la gente es feliz a través de un mundo de fantasías. Ese mundo llamado «Oasis» fue diseñado por James Halliday y al morir propone a sus jugadores el premio de controlar ese mundo. Es ahí donde entra la corporación IOI, liderada por el villano Nolan Sorrento (Ben Mendelsohn) que recluta a hordas de jugadores para poder controlar «Oasis», pero quien entra en acción en un joven llamado Wade alias «Parzival»(Tye Sheridan), que junto a un equipo de gamers deberá desbaratar a la peligrosa corporación.

Ya está todo dicho sobre la calidad que tiene Spielberg a la hora de realizar sus obras. Hacía mucho tiempo que no revisitaba el género, debido a su madurez como realizador, haciendo un cine un poco más serio. Pero está bueno que a una cierta edad se vuelva a sus orígenes y realmente le fue excelente. Se asemeja mucho a ese joven realizador creativo que contó historias de tiburones, extraterrestres y arqueología. Es un experto a la hora de trabajar con jòvenes y se ve lo bien que lo hace a la hora de contratar a estos chicos.

Meterse en el «Oasis» es vivir en un mundo de fantasías típico de los que creaba Spielberg en su juventud y en esta oportunidad mezcló su talento de la madurez en conjunto al niño interno que nunca debió dejar.

También se adecua a los tiempos en los que vivimos hablando un lenguaje bien gamer, rindiendo excelentes homenajes tanto del cine y de los videojuegos que son impresionantes.

Me resta decir que «Ready Player One» es una de las mejores películas de 2018 y es el gran regreso de Spielberg a contar esas historias que lo llevaron a ser la calidad de profesional que es hoy en día.

Calificación: Excelente.