Con la participación especial de sus «coterráneos» Fito Páez y Litto Nebbia, el músico rosarino Ignacio Arigós lanzó «Ignasio», un EP con tres composiciones en donde aparece el sello de su ciudad natal, no solo a partir de un reconocible estilo compositivo que recoge la herencia de referentes artísticos del pago chico, sino por una lírica que evoca lugares y cierto espíritu nostálgico.

La impronta rosarina se refuerza con la presencia de dos de sus hijos ilustres, como el caso de Fito en «A la luz del sol», una historia de desamor con el Barrio Echesortu y el desaparecido bar La Capilla como escenario; y de Nebbia en «Corazón de luz», una pieza que recrea la nostalgia experimentada por quien debió emigrar para cumplir sus sueños.

«En este trabajo quise recalcar de donde vengo y teniendo a estos dos músicos, los más importantes de la música popular de Rosario, no podía dejar de hablar de la ciudad», dijo el artista a Télam, quien paradójicamente optó por llamar a este disco, el décimo en su carrera, con su nombre alterado por el error de la inclusión de una «S», precisamente la letra que los rosarinos suelen aspirar al hablar.

La canción «Nueva va» completa el trío que conforma «Ignasio», un EP que apareció como alternativa ante el cambio de planes obligado que la pandemia de coronavirus impuso a Arigós.

«Tenía más temas guardados pero vino esta pandemia y no iba a poder presentarlos como a mí me gusta, en un show con gente. No soy muy fan de los shows por streaming. Como público no me llega, así que no puedo hacerlo como artista. Como no me gustaba la idea de publicar un disco largo y no poder presentarlo y tenía estas canciones con Fito y Nebbia, decidí sacarlo así, porque no podía tenerlas guardadas un año en un cajón», explicó.

Aunque radicado en Buenos Aires desde hace alrededor de una década, en donde se instaló para estudiar y desde donde construyó su carrera, Arigós logra hacer confluir en su música la tradición sonora del rock argentino clásico y la mística que atraviesa a la bohemia rosarina.

Orgulloso de esas marcas en su ADN musical, suele sorprender con delicadas versiones de temas inéditos de grandes artistas, como el caso de Fito Páez, de quien grabó la zamba «Viajes», un incunable que quedó fuera del disco debut «Del 63»; o su lectura de «Luna nueva, mundo arjo», pieza de Luis Alberto Spinetta que recién fue editada en «Ya no mires atrás», el álbum póstumo lanzado este año.

La reafirmación que supone su nuevo trabajo a los señalamientos que lo posicionan como heredero de la tradición musical rosarina y su compromiso con la línea artística marcada por figuras como Spinetta, Fito, Nebbia y Charly García, fueron algunos de las temas a los que se refirió Arigós en diálogo con esta agencia.