Días después, Felipe usó sus redes sociales para aclarar el episodio y llevar tranquilidad a sus familia y amigos.

«El accidente que sufrí NO fue por “la explosión de un cigarrillo electrónico”, ni por una falla del mismo. Sino por la explosión de una antigua BATERÍA genérica, en mal estado y mal almacenada (que al entrar en contacto con otros metales y probablemente alcohol; explotó)», escribió en Instagram.

En el mensaje, aclaró las consecuencias del accidente doméstico: «Sufrí quemaduras de grado A/B en las piernas, NO en los testículos. Abarcando 4% de mi cuerpo (quemado) y siendo sometido a 5 intervenciones quirúrgicas».

El hijo de Roberto aprovechó para opinar sobre la «mala prensa» que le hacen a los cigarrillos electrónicos luego de su accidente.

«Conspiran contra el Cigarrillo Electrónico porque toca INTERE$ES demasiado grandes. Un e-Cigarette está funciona con una batería, una resistencia que calienta al oprimir un pulsador y evapora un líquido; compuesto por GLICERINA VEGETAL, SABORIZANTES y opcionalmente NICOTINA; en dosis que van de de 0% a 18 mg. La nicotina NO es cancerígena ni genera problemas o enfermedades respiratorias. Es solo adictiva, como lo es la cafeína», escribió.

«Mi accidente podría haber sucedido del mismo modo con la batería��de mi cámara fotografíca, o de lo que sea… Les recuerdo que también explotan celulares con su batería puesta. Cómo aquel smartphone alta gama, lanzado a fines de 2016», agregó Felipe.

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