En el cierre de un año duro, con un contexto de crisis, donde los medios de comunicación populares sienten ese mismo rigor que se vive en los barrios, hubo una radio que decidió encender ahora la luz de aire para hacer frente y darle voz a todo aquello que se mueve desde abajo y muchas veces (por omisión o por conveniencia) queda invisibilizado.

FM La Hormiga, la emisora de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti, ubicada en el barrio Tablada, reanudó su programación el pasado 8 de octubre y se encuentra cerrando los primeros meses de la primera etapa de relanzamiento con la vista puesta en expandir y profesionalizar, siempre bajo el objetivo fundamental de que exista “un espacio de comunicación al servicio del barrio y de la comunidad”, entendiendo a su vez el concepto de «lo barrial como algo multiplicador de lo que es la categoría barrio en toda la ciudad«.

A fines de 2017, la biblioteca se mudó desde su tradicional espacio en calle Virasoro al actual de Chacabuco 3085, lo que implicó rehacer de cero todos los espacios, incluyendo la emisora.

Para este relanzamiento, resultan fundamentales los distintos convenios que desde la Pocho Lepratti han logrado, principalmente junto con la Biblioteca Vigil y la Universidad Nacional de Rosario, como así también con otros espacios como el Galpón Tablada, la Escuela Provincial de Cine y Televisión, la Escuela de Teatro Ambrosio Morante, los distritos Sur y Sudoeste, el Frente de Cultura en Movimiento y distintos ámbitos sociales y comunitarios de la zona.

Es dar un espacio de participación y producción de todos esos contenidos en una radio”, aseguró a Conclusión Carlos Nuñez, presidente de la biblioteca popular, quien además realizó una lectura sobre el momento nacional actual, entendiendo que “cada vez hay menos espacios radiofónicos para trabajar sobre los derechos, y fundamentalmente sobre todo aquello que tenga que ver con ámbitos de preservar y ampliar esos derechos, tanto en lo cultural como en lo social”, apuntando hacia allí los objetivos de La Hormiga.

Acuerdo con la Universidad Nacional de Rosario

Entre los convenios más importantes para esta nueva historia de la radio, se encuentra el logrado entre la Biblioteca Popular Pocho Lepratti con la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, más precisamente con la escuela de Comunicación (representada por Silvana Comba) que allí funciona y con la Secretaría de Extensión Universitaria (representada por Santiago Dearma).

Carlos Núñez explicó a este medio que la idea primordial del acuerdo es lograr una articulación fuerte con la carrera, a través de las producciones que se realizan en el Laboratorio Sonoro y con prácticas o pasantías. “A partir de esto de alguna manera estamos avanzando para que distintas cátedras trabajen articuladamente con la radio en lo que forme un espacio también de pasantías de los estudiantes con la coordinación de los docentes”, contó.

Por su parte, Aldo Ruffinengo, docente en el Postítulo en Periodismo y Comunicación de la UNR, conductor del programa “Late El Barrio” y uno de los hacedores de la nueva radio, contó más detalladamente que el proyecto es para que en el “comienzo de la temporada 2019, en febrero» a la radio se le pueda imprimir «no sólo una renovación de contenido y programación, sino una mayor cantidad de personas que se vayan sumando a la grilla”.

En principio, el mayor interés se despertó por el lado de las prácticas que realizarán los alumnos a partir del segundo mes del año entrante, entendiendo a la radio como medio de comunicación capaz de “brindarle a la universidad el espacio para que desde la materia de radio los estudiantes puedan realizar material, hacer tareas de producción y a futuro generar nuevos espacios y contenidos”.

“Tenemos una perspectiva para crecer y hay lugar para ello. Nuestra premisa vital es ir creciendo muy desde el pie, muy de a poco. Acá lo que priorizamos son los contenidos, las palabras, y no es una cuestión de grillas que se llenan con programas hiteros y pasar los temas musicales que más suenan, sino armar de contenido, que son los del espíritu que la radio tiene, que se defienden en lo que es el proyecto de comunicación de Radio La Hormiga y que obviamente son hijos de lo que es el proyecto estructural, comunicacional y cultural de la Biblioteca Pocho Lepratti. Para nosotros es hermosísimo el encuentro entre la Universidad, la radio y la biblioteca”, cerró.

Por su parte, la Directora de la Escuela de Comunicación Social de la UNR, Silvana Comba, manifestó en relación al convenio que “la carrera de Comunicación debe ser un espacio que no sólo posibilite sino que fomente el encuentro entre los distintos actores sociales, para avanzar en líneas de trabajo orientadas a lograr la excelencia académica pero con inclusión y compromiso social” y por ello consideran “imprescindible intensificar el vínculo con la comunidad poniendo a la comunicación a trabajar en prácticas en contexto real”.

Dentro de lo que será la participación de docentes, estudiantes y graduados involucrados en proyectos de comunicación situados en el territorio, Comba realizó también un análisis en relación con la situación actual, que considera de “precarización y abandono en todos los ámbitos de la vida social hace aún más necesario el involucramiento de la universidad con organizaciones que, como la Pocho, ven constantemente cercadas sus posibilidades de continuar cumpliendo su tarea en el barrio”.

“Estamos trabajando en la organización de un sistema de prácticas de estudiantes de comunicación, con tutorías de docentes de Radio. Desde la carrera queremos colaborar en la construcción de esas agendas que, habitualmente, no habitan en los medios hegemónicos comerciales: derechos humanos, género, infancias, economías solidarias, cultura del trabajo, arte en el barrio”, expresó la directora a este medio, concluyendo con la siguiente reflexión: “Como universidad pública necesitamos participar de estas verdaderas experiencias de vida, sin bordes ni clausuras, orientadas a la inclusión, la participación y la ampliación de derechos”.

Mayor alcance

En esta nueva etapa, el alcance de la emisora se ha ampliado considerablemente. En estos momentos, la radio se puede escuchar en lugares como Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Esther, Centro, una parte importante de Zona Norte y pasando Mendoza al 5000, por ejemplo.

Para lograr esta expansión, resultó clave la unión alcanzada entre la Pocho Lepratti y La Vigil. Según explicó Núñez, la idea fue coordinar entre ambos y se llegó a la firma de un convenio de mutuo acuerdo para que la emisora esté en la terraza de la biblioteca de Alem y Gaboto. “Eso es un paso muy importante porque a medida que la antena gana metros de altura es mayor el alcance que puede tener hacia distintas partes de la ciudad”, dijo a Conclusión, explicando que también se logró eso gracias a un fuerte apoyo en su momento del Gobierno de la provincia, que permitió la compra de equipos, antenas, el cableado, etc.

Tanto este acuerdo como el concretado con la Universidad Nacional de Rosario van de la mano con la idea central de la radio, que es “sostener la mirada y el abordaje de lo comunitario, poniendo el eje en disponer de sus espacios para quienes trabajan por los derechos sociales, recuperando las ‘voces’ del barrio, las instituciones y las organizaciones del entorno”.

Nueva programación

Resulta peculiar pensar en el 8 de octubre como una fecha propicia para arrancar un proyecto radial, siendo que es la etapa en donde la mayoría empieza a pensar en el cierre del año.

Al respecto, Ruffinengo explicó a Conclusión que fue algo adrede, y que pese a que sea una rareza se tiraron a la pileta en octubre “para demostrarnos que podíamos”.

“Entre octubre y diciembre lo que hicimos fue aceitar los vínculos, y el proyecto de las pasantías y las prácticas de los alumnos es febrero en adelante. Es una rareza además porque no nos desprendemos del análisis de que el momento político es casi hasta contradictorio para este tipo de empresa. El neoliberalismo está realmente haciendo estragos a nivel comunidad y medio de comunicación, entonces que haya una voluntad de relanzamiento en el medio de eso es casi como una utopía lograda, pero a su vez nos da más entusiasmo”, apuntó, considerando además que “es un proyecto lleno de ilusiones pero de certezas, que es lo más importante para esto en un contexto social general y político que es adverso totalmente”.

Actualmente, la programación se compone de cuatro programas: De lunes a viernes, de 10 a 12 se realiza “Radioteca”, con la conducción de Carlos Núñez, operación de Martín Capelli y las participaciones de Natalia Guedea, Ernesto Gallo, Valentina García Castaño, Aín Mora, Carlos Solero y Marcelo Pallotta. Por las tardes, de lunes a jueves Marcelo Nocetti produce “Sueñero” de 18 a 19 y de lunes a viernes Aldo Ruffinengo conduce “Late el Barrio”, de 19 a 21, con la participación de Guillermo Chiquetti, Majo Draperi, Cecilia Rassol, Myriam Cubelos, Santiago Fraga y la operación técnica de Omar Núñez. Los viernes, además, tiene lugar “Caramelos Surtidos”, de la Secretaría de Extensión de la UNR con distintos usuarios de salud mental que forman parte del programa, y los sábados de 11 a 13 se desarrolla “Platos Rotos”, con Fabricio Navone, Andrea Ocampo y distintos columnistas. Siempre bajo el lema: “Un mundo donde quepan todos los mundos, una Radio donde quepan todas las voces”.