Dos años después del lanzamiento de Telúrico, el trío rosarino Giuseppe vuelve a la carga con su nuevo disco La Fórmula del Alma. La banda compuesta por Charly Sosa, Facundo Pirchio y Federico Striglio publicó este miércoles la obra en las plataformas digitales como Spotify, iTunes y Deezer, y el próximo sábado 29 de septiembre lo presentarán en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén.

El material, compuesto por ocho canciones, muestra un sonido por momentos más crudo, más denso y más “rockero” que su predecesor, sin perder la poesía de los temas pero mostrando también una etapa de mayor potencia y madurez para el grupo fundado en 2012.

Además, otro de los datos destacables de la La Fórmula del Alma es que fue masterizado en los estudios Abbey Road por Sean Magee, ganador de un premio Grammy por el disco Beatles Remasters de 2009 y quien ha trabajado con bandas y artistas como Deep Purple, John Lennon, Ramones, Nina Simone, Tina Turner y los Sex Pistols.

El disco cuenta con la participación de Bruno Lazzarini con la trompeta en “Silencio Catedral”, Marcos Zanetti con los coros en “Las hojas de tu invierno”, Leandro Pagura (Dr. Bass y asistencia grave), Marcos Cofanelli (Dr. Drum y catering) y Alejandro López (Diseño Gráfico). El mismo fue grabado y mezclado en Estudio 312 por Daniel O’Conell en colaboración con Nicolás Gonzalo.

Conclusión dialogó con Charly Sosa, voz y guitarra de la agrupación, de cara a lo que será el próximo show del grupo, la presentación oficial de La Fórmula del Alma.

«Se nota un disco un poco más crudo, más rockero, sin dejar de lado las líricas»

– Se viene la presentación de La Fórmula del Alma en la Plataforma Lavardén. ¿Cómo están preparando el show y con qué se va a encontrar la gente?

– El 29 de septiembre vamos a estar en el Gran Salón, que es el 5º piso de la Plataforma Lavardén, presentando nuestro segundo disco, La Fórmula del Alma, haciendo el recorrido entero y tocándolo tal cual es la lista de temas en las plataformas digitales. A su vez, vamos a estar tocando parte de nuestro primer disco, Telúrico, y llamando a muchísima gente que participó en él para que nos acompañen con las canciones. La Fórmula del Alma no tiene demasiados invitados, son dos nada más, o sea que es un disco netamente de trío.

– ¿Esa diferencia se ve reflejada en el sonido en relación con Telúrico?

– Yo creo que es totalmente diferente, pero es una búsqueda que nosotros teníamos en la cual también era un poco hacernos cargo del sonido y de nuestros instrumentos. Eso se ve reflejado claramente. Se nota un disco un poco más crudo, más rockero, sin dejar de lado las líricas y esas cosas que siempre nos interesan como tener una buena poesía o una buena letra. Hay un sonido con canciones un poco más densas al estilo “rocker”, digamos, aunque no le falta la balada de un disco.

– ¿Cuál piensan que es el tema más representativo del disco?

– El tema que va a salir como corte difusión se llama Chifonier, en el cual ya estamos grabando un video. Nos gustan todos los temas, pero este por ahí es el que más nos representa y tiene por ahí un med-tempo que tiene una cosa de riff rockero pero denso y una letra más balada. Como que va reflejando todos los estados que contiene el disco.

– ¿Qué les genera que el disco haya sido masterizado en Abbey Road?

– Una emoción, un orgullo, y un poco no entender a veces las situaciones que se te presentan en la vida. Como que uno a veces siente que está jugando un poco con esto y cuando te das cuenta que estás trabajando en serio es como que no te cae la ficha. La verdad es que se conjugaron un montón de cosas en un mismo momento, justo dio la casualidad que estaba por viajar a Europa, estábamos terminando el disco y yo viajaba con Daniel O’Conell, que fue el ingeniero de grabación acá en Rosario, y dijimos “Bueno, si vamos a hacer una locura hagámosla con todo”. Fuimos allá y nada, como se saca el turno a un dentista sacamos el turno en Abbey Road y tuvimos la posibilidad de trabajar con Sean Magee, que es el jefe de masterización de ahí, que entre otras cosas masterizó los discos de Los Beatles, Ramones y Sex Pistols, y la experiencia fue como tener una vida más. Eso te enaltece, te lleva a otro lugar, sin sacar los pies de la tierra y saber que estamos en Rosario y en una situación difícil, pero es algo que te llevas de por vida. Eso que pasó por ahí va a quedar para siempre. Llevar la música para allá, para otros lados, siempre está buenísimo y ver otros horizontes, trabajar con otra gente, sacarle la experiencia a esa gente que trabaja con grosos todo el tiempo.

«Uno a veces siente que está jugando un poco con esto y cuando te das cuenta que estás trabajando en serio es como que no te cae la ficha»

– ¿Realizó algún comentario puntual sobre las canciones?

– Estuvimos muchas horas trabajando y hubo muchísima buena energía, de ida y vuelta. Es difícil a veces caer de lleno y decir “vamos a empezar a trabajar”. Apenas escuchó tres temas dijo “esto está genial, vamos a empezar desde acá”, y no hizo ninguna corrección sino que se dedicó a hacer el máster y a preguntarnos si nos gustaba (lo cual para mí era muy loco, ¡que me pregunte a mí si me gustaba! No sabía qué decirle). Fue un lindo momento de trabajo. Siempre nos preguntaba cómo estaba grabado, de qué manera, y como el disco también está grabado un poco en vivo le sorprendía ese sonido que tenía originalmente y por ejemplo hay un tema en donde aparece el trompetista, Bruno Lazzarini, en el que se sorprendió porque no esperaba que sucediera eso. Todos comentarios positivos.

– Me quedo con algo que dijiste en la respuesta anterior, que es esto de “estar jugando” y que de golpe te caiga la ficha de que se está trabajando y en serio.

– Nosotros no planteamos objetivos grandilocuentes. Creo que nuestro avance es muy lento pero progresivo. Cada vez los pasos son más fuertes. Y no tenemos planes como decir “queremos llenar esto”. Nosotros queremos tocar, hacer discos, y que eso sea suficiente como para que nosotros estemos felices. Después, lo demás es algo un poco que se escapa a lo que nosotros podemos pretender, porque hay un montón de factores que a veces uno no maneja (la suerte, el azar, que la gente le guste). De hecho, Sean Magee en un momento estábamos hablando sobre la duda del artista, que el artista duda todo el tiempo, y el que no duda es mentira porque uno siempre está pensando en tal acorde, en tal letra, siempre, y nos dijo que todo lo que hagamos nosotros no se trata de bueno o malo, sino que es cuestión de gustos. Entonces, cuando te dicen así, uno se libera un poco y sabe en que hay gente a la que le va a gustar y gente que no, pero nosotros tenemos que seguir el camino que nosotros elijamos. Eso es importante.

– Después de la presentación en la Lavardén, ¿qué sigue?

– En noviembre nos vamos a tocar a provincia de Buenos Aires, tenemos una fecha más en Rosario, después giramos por la Costa, seguro algo acá en el Rosario sale, y después ya para 2019 encararíamos para el lado de Capital Federal.