Por Mario Luzuriaga

Juan Antonio Ferreyra, mejor conocido como JAF, es uno de los músicos más respetados del país. En su juventud empezó con «La banda Marrón» y de ahí en más su carrera fue en ascenso.

Compartió escenarios junto a una de bandas míticas del rock nacional, especialmente del rock pesado, como lo fue «Riff», junto a Pappo, Oscar Moro y Vitico en los años ’80. Además de tener una gran carrera como solista con éxitos como «Wonderful tonight», «Entrar en vos» y otros temas, con los que siempre estuvo en la escena musical.

Antes de su presentación en Rosario el próximo sábado a las 21 en el teatro Vorterix (Salta 3519), JAF tuvo habló con Conclusión. Al comenzar la entrevista el músico comentó que volvía de practicar deportes, y de ahí en más empezó la charla…

¿El deporte te ayuda mucho a la hora salir a escena?

—Sí, por supuesto. Siempre tengo una rutina antes de subir al escenario, que es estar bien bañado y llegar una hora antes del show; y en la media hora previa me la paso elongando y saltando un poquito para entrar en calor.

¿Qué sentís a la hora de pisar suelo rosarino?

—Cuando transito el bulevar Oroño tengo recuerdos muy antiguos de mi abuela que contaba que trabajaba como cocinera para una casa muy grande de una familia con mucha guita que vivía en esa zona. Hubo oportunidades que pude seguir conociendo la ciudad y, por supuesto mi viejo nos llevaba hasta Maciel, porque él era de ahí. Ahí está la cripta de los Ferreyra, hay una inscripción que dice «Josefa Ferreyra muerta a los 116 años». Ahí está mi abuelo, don Juan Ferreyra; mi papá, don Maximiliano Julián; y muy probablemente esté yo el día de mañana. Tengo una empatía enorme con esa zona por haber pasado mi niñez allí. Me trae recuerdos muy lindos cuando era muy pibito y me llena de grandes emociones.

Obviamente… y ahora vas a llegar con tu nuevo show.

—Y ahora llego con mi banda con Beto Topini en batería, Pablo Santos, en el contrabajo eléctrico y Federico Penzotti en el teclado. Estoy súper contento y convencido del sonido; y la verdad que tener la oportunidad de presentarme en un lugar como el Vorterix… soy muy afortunado. Estoy en una posición en la que agradezco mucho a mis fanáticos, al Vorterix por la oportunidad y a la prensa por apoyarnos.

Simplemente un orgullo muy grande, de haber participado en esa formación de «Riff»

Aparte de este nuevo material que vas a presentas, ¿vas a tocar temas clásicos?

—Mirá, como primera medida te voy a decir es que es una situación muy especial lo que se va a vivir. Salió una posibilidad para ir a tocar en Chile el 26 de agosto, como solista y me van a acompañar músicos chilenos allí. Así que voy a poder representar al rock nacional con todo mi corazón y toda mi alma para todo el público chileno. Fui en 1986 y luego no volví porque se dio de esa manera, pero en ese momento laburaba mucho en Argentina. Después cuando hice de solista, fue dificultoso hacer un raíd por todos lados. Y este show de Rosario voy a grabarlo en 24 canales para mandar el audio a Chile.

Va a ser un show imperdible…

—No lo sé, pero te puedo decir es que le vamos a poner todos los huevos en la canasta. Lo que van a ver es una banda a fondo y eso es bueno.

Has sido parte fundamental de una de las más grandes banda de heavy metal, como lo fue «Riff», ¿qué recordás de esos años?

—Yo estaba tocando con «La Banda Marrón», en octubre del ’85, y me vinieron a ver Pappo y Vitico. Al día siguiente me llama Víctor (Vitico) y acepto la invitación a que integre «Riff», cuando los vi llego «el Carpo» y me dijo: «Hola, soy Norberto Aníbal Napolitano y ellos Oscar Moro y Víctor Bereciartúa». Ahí en más ensayamos y grabamos al toque, ellos tenían 6 temas, yo aporté 2 más. Uno es «El vendedor, apiádate de el señor» y el otro «Elena X». Cuando salió el primer corte de difusión, que fue «La espada sagrada», ya se filtra «Elena X». Muchos decian que no era «Riff» porque no cantaba «el Carpo»; y otros opinaban lo contrario porque estaba cantando el otro guitarrista. Entonces ya de movida fue algo muy fuerte para la banda, yo creo que las voces de Pappo y Vitico, cuando cantaba con ellos, era enorme. Estábamos muy contentos por esa situación vocal, yo tendría que haber cantado solamente, pero hubiese sido terrible. Eramos una bomba atómica arriba del escenario. Que bueno fue «Riff VII», que hoy en día se vuelve hablar de ese disco. Se grabaron cosas únicas e irrepetibles, todos los sonidos fueron hechos a mano.

¿Fue una gran responsabilidad para vos estar en ese momento indicado?

—Es una gran responsabilidad y es un hecho. Es irreversible, lo único que uno quiere que eso sea productivo para las generaciones que le devienen a uno en el tiempo. Simplemente un orgullo muy grande haber participado en esa formación de «Riff». Después hice una etapa de solista que me permitió mostrar mis composiciones.

«Lo que van a ver es una banda a fondo y eso es bueno»

¿Era muy difícil instalar el blues en Argentina?

—Sí, por los grandes medios de comunicación te venden naranjas todo el tiempo, resulta que para las nuevas generaciones el mundo tiene forma de naranjas. Pero no es porque son tontos, sino porque no les dan alternativas. Yo creo que al haber una disponibilidad de varios caminos, vos podes darle la opción de elegir, si no podes elegir sos dependiente.

«Wonderful tonight» es una de tus canciones clave, ¿es una de los temas que no pueden fallar en una cita?

—Sí, es un gran acierto. En el momento que grabé la canción no estaba de acuerdo en hacerlo, pero le gustó muchísimo a la gente. Le dieron un mes de difusión y siguió sola, la grabación es del 90 y sigue vigente 27 años después. Muchas personas me dijeron que pasaron momentos muy especiales gracias a la canción y me siento muy orgulloso por eso.