Fotos: Diego de Bruno

Por Federico Morel

Javier Robledo es un baterista con más de 25 años detrás de los tachos que comenzó desde temprana a edad a relacionarse con la música y con la formación profesional. Reconocido por ser un estudioso del instrumento, el actual productor y músico de Cielo Razzo y Coti Sorokin ha estado compartiendo sus conocimientos con otros bateristas en charlas y clínicas sobre el instrumento.

Y esto no es todo. Robledo es un gran productor de la ciudad y a nivel nacional. Siempre agradecido a Cielo Razzo por todas las experiencias vividas y aprendidas pudo producir canciones que son icónicas para la banda lo que le permitió aprender y desarrollarse como creativo en las instancias de criterio musical.

Es imposible resumir en tres párrafos la vasta carrera del joven baterista que pasa ama profundamente la herramienta de trabajo que eligió para cumplir sus sueños. Conclusión le preguntó a Robledo sobre sus inicios como músico, sobre su presente y, por supuesto, por la proyección que tiene como artista, productor y compositor.

 

-Un gran trabajador de la música, ¿te reconocés así?

-Lo dijiste y, no te digo que no me reconozco así, pero dije mirá que copado. No lo pienso así, pero sí, ya pasó un tiempo largo que me dedico a la música. Te diría que desde mis 15 años me dedico a la música. Muy loco, muy loco porque uno lo va haciendo como una aventura y también los proyectos que se me fueron haciendo carne están buenísimo, entonces lo veo más como una aventura que como un laburo, pero sí le he puesto mucho de mí a lo que me he propuesto hacer y puede ser que sea un trabajador de la música con una trayectoria. Si vos me lo decís, me gusta.

-Valores: esfuerzo, tenacidad, capacidad de superación, entrenamiento, preparación. Todo eso hace a lo que para mí es ser un trabajador. Y eso lo venís haciendo hace 22 años.

-Sí, una locura. Me dediqué a la batería en su comienzo, pero abrí el camino hacia la producción y es un mundo nuevo que me apasiona. Eso vino mucho tiempo después y está directamente relacionado con que me pude dedicar a la música que, quizás, es una bendición por así decirlo. Entonces en el camino me fui encontrando con la producción, otros laburos que están ligados a estar en una banda. Yo entro en Cielo Razzo y de repente cambia mi vida. A raíz de Cielo también se me fueron abriendo otras puertas, otras oportunidades y otros aprendizajes. Yo creo que termino dedicándome a la producción, por haber grabado discos con Cielo. Es como que todo va siendo un eslabón de la cadena que se va agregando, y en ese sentido me siento un agradecido total, un bendecido. Lo mismo cuando hago un Drum Doctor o grabo una sesión de batería para alguna banda que me llama, o cuando me llaman para producir. Bueno, hace un tiempo estoy tocando con Coti Sorokin, y son cosas que creo que son eslabones de la cadena en donde el primer eslabón empezó a hace mucho y de repente ya no me doy cuenta, pero sí, hice muchas cosas referidas a la música, vengo haciendo y seguiré haciendo ojalá.

-¿Cuándo comienza este recorrido musical al que te referís?

-Se ve que desde mi inconsciente planifiqué esto. Desde el inconsciente total desde niño. Yo ni recuerdo pero me cuentan mis padres que yo le pegaba con dos palitos o con dos biromes o lo que sea a todo (risas). Te digo desde la inconciencia, porque me cuentan episodios muy graciosos a mis tres años. Me armaban un set de ollas y me acuerdo de un colador celeste de pasta que sonaba bárbaro, tengo esa imagen en la memoria. En la primaria también. En la secundaria me amonestaban por ruidos en clase, yo no me daba cuenta, pero a lo mejor estaba con la regla y una birome haciendo ritmos. Me refiero a que ya venía en mi ADN todos esto, pero me decido a tocar la batería cuando comienzo el secundario y empiezo en la Escuela de Música Municipal Bautista Massa, la verdad que me conectó con gente que hasta el día de hoy estoy en conexión. Te puedo dar dos ejemplos y no quiero quedar mal con nadie, pero por ejemplo, Javi Allende que fue mi profesor de batería, uno de mis profesores, que hasta el día de hoy estamos en contacto nivel amistad. Mati Damato, que es el bajista de Coti y hemos compartido otros proyectos musicales juntos, él iba a audioperceptiva conmigo. Fue loco porque, si bien me gustó ir a esa escuela porque te hacia una muestra general de la música, yo iba a solfeo, a audio, a batería, podías hacer otro instrumento pero yo no lo hice, era también estar conectado con mucha gente, que eso está bueno porque si vas a un profesor particular, por ejemplo, no te pasa eso. Ahora, a la distancia, veo que estuvo buenísimo haber estudiado ahí porque justamente me conectó con mucha gente hermosa que estoy en contacto y además se hacían eventos municipales y estaba la banda de la escuela y solía tocar yo, fue como mi primer acercamiento a la batería en banda. Miento, mi primer acercamiento fue en séptimo grado, mi profesor Miguel Olivero, que lo quiero muchísimo, nos dejó una gran enseñanza y un legado musical a los alumnos y alumnas que pasamos por su carrera, es una persona muy particular porque nos quedó a todos en la memoria. Bueno, y en séptimo grado,

él tenía una academia de música fuera del colegio, y llevó todos los instrumentos y nos hizo tocar el instrumento que quisiéramos para estar en contacto con algún instrumento y en ese momento mis compañeros me incitaron a que me siente en la bata porque yo estaba todo el tiempo molestando haciendo ruido, y me senté en la batería y toque como si ya hubiera tocado antes en mi vida y nuca me había sentado en una, entonces después en el acto de séptimo grado tocamos con el profesor en el piano, dos amigos en guitarra y bajo, y yo la batería, tocamos 3 o 4 temas.

– ¿Te acordás los tres temas que tocaron?

-Uno de Sui Generis o Serú Giran, algunos de esos temas seguro. Rock nacional, seguro.

 

-Cuándo llegás a Cielo Razzo, ¿sentiste que podías encaminarte como profesional?

-Según como se lo vea, porque la profesión de la música es muy amplia y yo ya venía trabajando de la música desde antes. Tocaba en la Orquesta Municipal de Villa Gobernador Gálvez donde yo hice casi toda mi infancia y en la adolescencia, y era un trabajo, o sea, me pagaban. Yo era un adolescente pero ya trabajaba puntualmente ahí, y también hacía unos trabajos de sesionista para una banda de salsa. En realidad, mi tío toca el saxo y él está muy conectado con el ambiente de sesión en la música, entonces como que yo ya venía trabajando con la música, entonces, si bien yo estaba en el secundario yo tenía un sueldo y algunos cobros por tocar. Tengo el recuerdo del primer sueldo que cobre fue como Wow!, fui a tocar la batería y me pagaron. No me acuerdo que hice con el primer sueldo, pero si recuerdo de habérselo mostrado a mi vieja y a Beti, que era la señora que nos cuidaba a mí y a mi hermana, me acuerdo patente de decirle miren mi primer sueldo. Volviendo a la pregunta, creo que ya me había decidido dedicarme a la música de la manera que fuera. Lo que si, lo de Cielo te diría que fue algo que no tiene descripción. Se sabe la historia, si bien viene de una tragedia que yo entre a la banda porque en el 2003 tienen un accidente Largo, el batero y Claudio el escenógrafo, y en ese accidente se van los dos y entro yo a la banda. La verdad que fue algo muy fuerte porque se vivió energéticamente desde muchos lugares, o sea, desde un lugar de angustia muy grande y desde un lugar en que la música era un camino para continuar, entonces a mí me dejo una enseñanza muy grande ese comienzo, o sea, mi entrada a Cielo Razzo estuvo cargada de muchas emociones, entonces te puedo decir que es indescriptible ese momento. No sé si me abrió puertas, pero si te puedo decir que fue el comienzo de algo en mi vida, algo groso, algo fuerte y yo lo viví así. Tenía mucha carga energética de los dos lados, y de repente a la distancia me doy cuenta que fue esos momentos bisagras, y fue lo que me trajo hasta acá. O sea todo lo que estoy contando, desde pegarle de chiquito a las ollas, mis estudios, dedicarme a estudiar la batería, tocar en bandas de diversos estilos musicales, tocar en Cielo, empezar a producir, después tocar con Coti, y de repente todo el camino se me pasó así, se pasó muy rápido. Por eso cuando dijiste al principio de la nota si me sentía un trabajador de la música me costó verlo pero sí, han pasado muchísimas cosas y la verdad que le agradezco a cada una, a las buenas y a las malas, porque la verdad el camino fue hermoso.

-Haciendo un racconto, ¿creés que el camino recorrido hasta ahora te dejo muchas enseñanzas?

-Sí, totalmente. Todas las experiencias que uno atraviesa en la vida te dejan enseñanzas. Inclusive, más las malas son las que más te enseñan. Mi vieja siempre me dice en chiste que yo ya viví como dos vidas (risas) por todo lo que me pasó puntualmente. A Cielo Razzo entro a los 19, más lo que te conté antes, fue un camino muy vertiginoso, muy hermoso también, pero eso que dice mi vieja lo siento. Siento que tengo experiencia para dos personas (risas). Lo digo en chiste obviamente. Eso no me hace más especial ni mejor ni nada. A mí como a mis compañeros de bandas, creo que el camino de girar, de estar en la ruta, de tocar, de estar en contacto con el público, todo eso a veces es tan mágico que es hasta difícil de entender, de sostener. También tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Es como la ley de la balanza, si estas por acá con lo bueno, quizás acá haya algo malo. Como te dije, me siento agradecido a cada cosa que me pasó, buena y mala, porque me llevó a un lugar en el cual hoy me siento, no te digo realizado, pero si contento con todo lo que me dio la música, y la vida. A partir de ahí, me siento muy feliz y estoy disfrutando de la vida y los proyectos. Quizás antes estaba más enfocado en proyectar y pensar más a futuro, pero el futuro llegó hace rato dijo Patricio. Ahora estoy intentando estar más en el presente y disfrutar y lo vengo viviendo así y por eso estoy tan contento y agradecido.

-Mencionaste varias veces a tu familia, ¿cómo es la relación que tenés con ellos?

Mi familia son unos personajes hermosos. Mis viejos están separados, pero la verdad que son los dos muy copados. Además apoyar a un hijo en una carrera como la música, quizás ahora se ve como algo más simple, o está avalado por la industria, o no sé bien cómo explicarlo, pero veinte años atrás capaz que era difícil para un padre decir dedícate a la música que va a estar todo bien. Voy a que ellos dos tomaron ese riesgo conmigo y con un amor increíble, tipo dedícate a la música, probá y sino bueno estudia algo. Después termine estudiando otras cosas referidas a la música, se lo debo a ellos obviamente, al destino, al destino, a mí por ser perseverante y estudiar, pero también a mi familia completa que me han apoyado y acompañado en mis momentos, me acompañaron en las malas y hasta me han regalado los primeros instrumentos, las primeras baterías. Elemental. Los cimientos están ahí. La primera batería profesional me la regalaron a los 18, es la que quedó grabada en Obras en el primer dvd y justo la estoy viendo acá detrás de ustedes, y me remonta 20 años atrás, y pienso que loco que la batería esta acá y sigo ensayando con esa. La verdad que estoy muy agradecido a mi familia por ese apoyo. Fuera de todo el apoyo en la música, son unos personajes divinos todos.

-Tocar tu instrumento requiere mucha preparación física y mental. También hay mucha producción y trabajo antes de que salgas a tocar.

-Sí. Te puedo decir que el desgaste lo siento, porque es un instrumento que requiere estudio más que nada, porque si te dedicas a la batería y estas de gira y demás, sino tenés una técnica que acompañe el cuerpo, te destruye. Entonces sí, en una época recuerdo dedicarme puntualmente a eso, a tener buena técnica, o por lo menos tener una que me sirva, para poder tocar como a mí me gusta que es fuerte dentro de lo posible. Obviamente, si la canción lo pide me adapto, pero me gusta tocar fuerte. Entonces, en un poco me concentre en la técnica necesaria para poder lograr eso y poder rendir, poder hacer varios shows seguidos y demás. Un desgaste físico genera, por eso hay que estar preparado. Ahora empecé el gimnasio para tener más resistencia. Lo veo con bateristas que tocan al palo, también veo que entrenan y como que están buscando eso, estar a la altura de la circunstancia desde lo musical y desde lo físico. Yo quizás lo estoy empezando a hacer en este momento, tal vez la parte de la técnica la veo estudiando hace mucho, pero ahora tengo 38 y ya se empieza a sentir un poco el desgaste del instrumento. La verdad que es un instrumento hermoso, pero como cualquier instrumento tenés que dedicarle tiempo y enfoque. Tocar un instrumento es una disciplina, si lo comparás como un deportista tenés que estar preparado y buscarle la mejor forma para estar a la altura. Con el tiempo le vas agarrando las mañas. La bata te desgasta un poco, pero está buenísima.

-¿Cómo es tu experiencia trabajando con Coti Sorokin?

Es hermoso. Te digo, yo estoy como sesionista, pero de repente es como una segunda familia, porque Coti lo plantea así y todo su equipo de trabajo lo plantea así, y se vive de esa manera. Hay muy buena energía y el show está buenísimo. Yo lo dije muchas veces, lo admiraba de antes, me encanta su laburo como compositor, como productor, y estar tan cerca de él y ser amigos, y compartir ya varios años de gira y shows es algo muy lindo, una bendición. Es algo de mi mundo musical que me encanta. En Cielo hace casi 19 años que estoy, es algo indescriptible, pero la familia de Coti y los Brillantes están muy adentro de mi corazón como unan segunda familia y me encanta. Es un laburo y una experiencia de vida, y realmente estoy súper agradecido a Mati Damato y a Coti, que me hicieron el entre y es realmente hermoso.

-Si pudieras describir en pocas palabras, teniendo en cuenta de donde venís y lo agradecido que sos, si tuvieras que hacer una reflexión de donde estás parado hoy, ¿cuál sería?

-Que difícil, me gustaría decir algo copado. No sé si es una reflexión, pero refiriéndome a lo que hablamos, eso de enfocarse en lo que a uno le gusta, aunque traiga sus cosas buenas y sus cosas malas, ir por lo que a uno le gusta. Aceptar que también no va a ser perfecto, porque la vida no es perfecta, pero creo que el enfoque y la dedicación hacia un proyecto mental o hacia algo que uno siente en su cuerpo o algo que realmente le da ganas de hacer es fundamental dedicarle el tiempo, ponerle el tiempo y el corazón a algo que te gusta, me parece fundamental, me parece que ahí hay como un tip, y no solamente apuntado a la música, me refiero a cualquier individuo que tenga una necesidad artística o laboral o deportiva, realmente me parece que uno se siente completo cuando das todo o pones todo de vos a nivel mente corazón, y después lo más importante es saber disfrutarlo, saber que lo que te toque, si estas de gira, o si no, o si das clases, o si te dedicas a una pasión, saber disfrutarlo y agradecerlo. Me ha pasado de no hacerlo, estar en vorágine y no verlo, y capaz ahora hace un tiempo, más de grande inclusive, me parece súper importante lo que te dije al principio, pero también saber disfrutarlo y agradecerlo y no enroscarse demasiado con lo que va a pasar, con lo que está pasando. Hablo como si estuviera hablando con mi psicóloga, hablo desde algo muy personal y actual mío y capaz a alguien le sirve. No es un consejo ni nada, es una reflexión, pero esta interesante enfocarse en lo que a uno le gusta y después agradecerlo.

-¿Sos feliz?

Soy muy feliz.