El actor estadounidense Kevin Spacey fue absuelto hoy por la Justicia neoyorquina en el proceso civil al que llegó acusado tres semanas atrás por su colega Anthony Rapp, quien en 2020 le inició una demanda por haber abusado sexualmente de él cuando era adolescente durante una fiesta en la década de los 80.

Según informó el sitio especializado The Hollywood Reporter, el jurado concluyó que el protagonista de «Belleza americana» (1999) no fue culpable de dicha agresión, por la que los representantes legales de Rapp pedían un resarcimiento de 40 millones de dólares para su cliente en concepto de daños.

En su alegato, uno de los abogados de la acusación, Richard Steigman, sostuvo que Spacey (63) mintió cuando aseguró que el encuentro en el que presuntamente abusó de Rapp, quien entonces tenía 14 años, no podría haber ocurrido, ya que la descripción de la vivienda donde habría ocurrido no coincide con el lugar donde residía en aquella época.

«No tiene credibilidad, y mi cliente presentó la demanda para que se haga responsable. A veces la simple verdad es la mejor. Y la simple verdad es que esto sucedió», afirmó el letrado durante su última intervención en el juicio.

Por parte de Spacey, la abogada Jennifer Keller solicitó al jurado que rechazara las acusaciones de Rapp, y se quejó del pedido de Steigman para que «no lo dejaran salirse con la suya esta vez», alegando que rompió las reglas del proceso judicial al formular dicha frase ya que se había acordado no darle a quienes debían definir el veredicto ninguna información de las otras causas que pesan sobre el actor.

El denunciante, hoy de 50 años y conocido por haber trabajado en el musical «Rent», de Broadway, y en la serie televisiva «Star Trek: Discovery», había relatado que fue víctima de tocamientos no consentidos y de avances sexuales en la mencionada fiesta realizada en 1986 en la casa de Spacey, quien en ese momento tenía 26 años.

De acuerdo a su denuncia, el dos veces ganador del Oscar intentó retenerlo físicamente antes de que Rapp pudiera soltarse y salir del lugar, algo que fue desmentido por la defensa, que sostuvo que el hecho no podía ser considerado como un abuso sexual según las leyes de Nueva York, ya que el único roce que existió fue cuando el adolescente se estaba levantando de la cama y no encontró resistencia alguna en el episodio que, dijeron, duró menos de 30 segundos.

En ese sentido, durante su alegato Keller sugirió que Rapp inventó lo ocurrido en base a su experiencia en la obra «Precious Sons» -que incluía una escena en la que el actor Ed Harris lo levantaba y se recostaba sobre él-, y que luego comenzó a sentir celos de Spacey por haberse convertido en una estrella de Hollywood, mientras que él sólo consiguió algunos roles menores en espectáculos de menor escala tras su destacado papel en el musical de Broadway «Rent».

«Así que aquí estamos hoy, y el señor Rapp está obteniendo más atención por este juicio de la que tuvo en toda su carrera como actor», lanzó la abogada.

En 2017, tres años antes de la denuncia formal, el testimonio público de Rapp fue el disparador de múltiples denuncias de otros hombres que también reportaron haber sido objetos de abuso o de comportamiento inapropiado de Spacey, cuya carrera fue interrumpida de manera abrupta mientras gozaba de gran éxito por su papel principal en la aclamada serie de drama político «House of Cards».

Luego de que los casos tomaran trascendencia, Spacey difundió un comunicado en el que afirmaba no recordar ninguno de los episodios dados a conocer, aunque se disculpó por lo ocurrido.

El actor, también recordado por sus papeles en filmes como «Se7en, los siete pecados capitales» y «Los sospechosos de siempre» (ambas de 1995), enfrentó otras denuncias vinculadas con delitos sexuales, entre las que destacan dos procesos judiciales en Nantucket, en el estado de Massachusetts, y otro en Los Ángeles -si bien todavía no fue condenado por ninguno de ellos-; además de ser imputado en Reino Unido por cinco cargos de agresión y abuso sexual.