La película argentina «La visita», del director Jorge Leandro Colás, obtuvo este domingo el premio Internacional al mejor largometraje documental en MiradasDoc, durante la gala de clausura de la 13a. edición del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental, celebrado en el auditorio Guía de Isora, en Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias.

Según la agencia Efe, el filme cuenta la historia de 500 mujeres y un puñado de hombres que, cada fin de semana, llegan al pequeño pueblo de Sierra Chica, en el partido de Olavarría, provincia de Buenos Aires, para visitar a los presos del penal.

Una pensión y un bar son los dos espacios donde confluyen las historias de vida de los visitantes, atravesadas por el dolor, el amor y el deseo.

El premio al mejor cortometraje documental recayó en “Mars, Oman”, una producción belga de la directora española Vanessa del Campo, con tres relatos sobre la ingenuidad humana donde se imbrican con destreza los vínculos entre el nomadismo, la exploración, la colonización y el deseo de libertad.

La mención especial del jurado internacional fue para “A sad se spusta vece”, de Serbia, Bosnia y Herzegovina, de la directora Maja Novakovic, y el jurado decidió que “Carne”, dirigida por Camila Kater y producida por Chelo Loureiro y Livia Pérez. obtuviera el premio al mejor documental español.

La mención especial del jurado fue para la española “Manoliño Nguema”, del director Antonio Grundfeld, en tanto la mejor ópera prima recayó en “Talking About Trees”, de Suhaib Gasmelbari, una producción sudanesa que narra cómo, tras años de distancia y exilio, cuatro amigos se reúnen en su patria herida con la esperanza de poder hacer realidad su antiguo sueño: difundir el arte del cine en Sudán.

En esa categoría hubo una mención especial del jurado para “A Moon for my Father”, de los directores iraníes Mania Akbari y Douglas White.

El director de MiradasDoc, Alejandro Krawietz, calificó al cine documental de milagro y, como todo milagro -dijo- «debemos tratar de protegerlo». En este punto advirtió de los peligros que le acechan: el mercado y la administración, «ese monstruo burocrático», del que lamentó que se sirva a sí mismo y no a la ciudadanía.

Krawietz dijo que entrar en una sala de MiradasDoc es “una actividad de riesgo que puede transformarnos y que lo más hermoso” es que haya un grupo de personas que, «contra viento y marea» ponen todo su esfuerzo y voluntad.

La concejala y presidenta de MiradasDoc, Lorena Medina, agradeció que haya sido posible «otro año más de vida para el festival, para conocer nuevas historias, un año más de aprendizaje que nos han regalado cineastas, productores, distribuidoras, voluntarios, estudiantes, profesores».