Por Mario Luzuriaga

Stephen King es uno de los maestros contemporáneos de la literatura. Y muchas de sus historias de terror, suspenso y fantasía que cautivaron a sus lectores pasaron a la pantalla grande.

Ahora es el turno de «La torre oscura», una aventura fantástica que mezcla mundos y seres con ansias de poder y dominación en tierras paralelas.

La trama nos plantea que «la torre oscura» es el pilar fundamental que mantiene el balance entre los mundos paralelos. Walter (McConaughey), es un poderoso hechicero que secuestra jóvenes con grandes capacidades mentales para usarlos como proyectiles para derribar la torre y conquistar mundos paralelos.

Pero esto se ve difícil con la llegada de Jake (Taylor), un púber que tiene sueños vívidos con lo que sucederá si se destruye la torre, pero a su vez une fuerzas con Roland (Elba), el último de una raza de pistoleros que intentará terminar con la amenaza del hechicero.

Hace tiempo que no se veía una épica fantástica narrada al estilo de los años ochenta, que puede llegar a ser tediosa, pero es efectiva. Tal vez se esperaba un poco más de la historia, pero la película cierra bien y toma conceptos del suspenso propio de King.

En los roles principales, McConaughey interpreta a un verdadero villano digno de odiar que hará lo posible por obtener la mente de joven Jake. Aunque por momentos parece tener el mismo estilo de David Bowie en «Laberinto». Idris Elba desarrolla un papel impecable como un noble pistolero que mezcla el western con la magia, y lleva a la audiencia a querer seguir viéndolo.

«La Torre Oscura» trae un final abierto y predecible, una narración un poco lenta, pero efectiva a la vez, y sobre todo mucha acción e imaginación.

Calificación: Regular.