El cantautor rosarino llega con un concierto que incluirá la presentación de «Opuscatropus», el primer videoclip de la trilogía de Guerrilla Cultural.

Este concepto de acción artística tuvo su bautismo de fuego en agosto de 2017 cuando el artista irrumpió en un importante medio televisivo interpretando “Qué me van a hablar de offshore”, una adaptación del famoso tango de Stamponi y Expósito.

Leonel se presentará este sábado a las 21.30 en Plataforma Lavardén.

—Habiendo tantos géneros ¿Qué te llevó a dedicarte al tango?

—No lo elegí, yo canto tangos desde que tengo tres años. Es un género que lo aprendí de mis abuelos y ya cuando tenía cinco años ya sabía más de veinte tangos y los cantaba en espectáculos que venían cantantes de «Grandes valores del tango». Participaba como un número de color antes de que se presenten estos artistas, ya en mi adolescencia me encontraba estudiando música y encontré un gusto musical.

—¿Qué es lo que más te motiva del tango?

— El tiempo me dio el ejercicio de la libertad, esa libertad vino porque el tango fue víctima del imperialismo cultural y que mantuvo al tango en el oscurantismo durante varias décadas. Esa marginalidad de lo que significa la industria del entretenimiento, nos permite hablar desde un lugar absolutamente libre; es decir que ninguna estructura del mercado condiciona nuestro mensaje, como lo hace con otros géneros. Hoy, 2018 donde el tango viene con dos décadas de restitución, digamos en cuanto a su manera de ser, como la existencia de un corpus creativo, hace que sea contestatario y rebelde.

—Hacía mucho que no había una especie de «tango contestatario»

—Hay mucha gente que se basa en la actualidad, yo compongo desde el año 96 y no conocía un compositor actual. Si hablamos de que es contestatario, el tango nunca fue concreto ideológicamente. Si ha expresado desde siempre la vida del hombre común, la clase proletaria, y también podemos hablar de lucha de clases, en el sentido de que la piba linda de barrio decide ir a triunfar a la ciudad. Muchos artistas de tango, hoy por hoy, estamos atentos a nuestra ideología y que se exprese en nuestras letras.

—¿Qué vamos a ver en «Opuscantropus»?

—Es un vals peruano que compuse este año es el primer video de una trilogía de arte político, que hacemos de un concepto que se llama «guerrilla cultural». Este concepto tiene que ver con una situación política que apunta un poco a lo territorial, a la situación cuerpo  a cuerpo con el enemigo cercano, a la posibilidad de interrogarlo y de exponerlo; a costa de que ese enemigo también puede hacernos daño. Por eso es «una acción de guerrilla» por los recursos que se tienen, apelando a la originalidad y estrategia. El hecho fundante de este concepto en Rosario, fue interpretar «Qué me van a hablar de off shore» en Canal 3.

—Hablaste de «Qué me van a hablar de off shore» ¿Te costó mucho cambiar la letra del tango de Expósito?

—Lo hice en un par de horas y componer una canción me lleva años. Fue un ejercicio que hicimos con un grupo de amigos y cambiamos la letra, pero sin alterar la música y el ritmo. Pasó que no podían cortar el tema porque estaban en vivo y tampoco tuvieron la voluntad de cortar y solo lo dejaron pasar. Y se produjo una viralización nacional.

—¿Esta repercusión les causó problemas?

—Yo supe que fue un tema de discusión entre la producción del programa y el canal. El cambio rotundo se dio a nivel laboral, yo no he cantado más en ningún evento privado, por el hecho de haber producido una irrupción al aire. Entonces prefieren evitar que yo salga con cualquier cosa y en cualquier lugar. Condicionó muchísimo en mi actividad, pero hago cosas fuera del país y en eventos que yo organizo.