Por Mario Luzuriaga

Nicanor Loreti es uno de los directores jóvenes más prósperos del cine argentino. Brilló en sus dos películas personales como lo fueron «Diablo» y «Kryptonita»; y codirigió junto a Fabián Forte la saga de «Socios por accidente».

El año pasado retomó el género fantástico con la serie «Nafta Super» que vuelve a retomar la historia de «Kryptonita» y explora aún más la vida de los personajes. Pero en ésta oportunidad se mete con la comedia, la acción y fantasía en su película «27: el club de los malditos».

Este policial es protagonizado por Diego Capusotto y Sofía Castiglione que se estrena el próximo 4 de enero. Loreti habló con Conclusión antes de su estreno.

—¿Cómo fue la génesis de «27: el club de los malditos»?

—Data de la primera versión de un guión que yo tenía hace unos 10 años atrás. Era algo diferente no como ahora que se trata de una conspiración sobrenatural, sino más bien era un policial clásico. Con los años el guión no me terminaba de cerrar y se me ocurrió esta idea de traer rockeros que vuelven de la muerte. Es ahí donde conocí a Alex Cox, director y guionista estadounidense, que conocí en el Festival de Cine de Mar del Plata,y le propuse escribir esas escenas de muertes de famosos inventadas. Ahí fue avanzando la trama y ahí vi que la peli cerraba y se la propuse a Diego Capusotto.

—Ya habías trabajado con Capusotto ¿Cómo se comporta en el set?

—Tiene muy buena onda y es un trabajador del carajo. Es un excelente compañero de laburo y era un lujo tenerlo .

—¿En qué te basaste para crear a este policía tan particular?

—Tener un policía tipo barrabrava y alcóholico fue transformándose cuando Diego aceptó hacer el papel, que lo fui llevando más border que pegara bien con él. Que no sea una investigación policial, sino que sea una especie de Torrente y un policía lúcido. Me fui basando, sobretodo cuando empecé a trabajar con Cox, en la película «Repo Man» que escribió y dirigió. El personaje que interpretaba el actor Harry Dean Stanton, era un tipo curtido y que no se comía ninguna; de ahí saque cosas y también el vestuario del personaje.

—¿Diego aprovechó a aportar parte de su impronta?

—Siendo Capusotto te suma un montón de cosas y no te va a actuar lo que dice el guión, lo que hace es que te suma un montón de propuestas. Eso estuvo buenísimo y en un punto le puso su magia al personaje, pero en sí hicimos algo diferente de lo que se espera de él. En «Kryptonita» claramente hacía un personaje como los que él hace, y acá es algo más extraño para él como una escena dramática. Y en la actuación armaron una química muy buena con Sofía Castiglione y muy especial.

—Justamente te iba a preguntar por el rol de Sofía

—Sofía en una actriz increíble y tuve mucha suerte de que ella quería hacerlo. Tiene toda esa cultura del mundo del rock y demás le copa mucho al igual que Diego, pegaron una química automática desde el momento en que se conocieron. Y por suerte la agarré en su momento actoral más importante. Nosotros filmamos la película y al mes ganó en San Sebastián con «Alanis», actuó espectacular en esa película. Me sorprendió un montón y tiene un enorme potencial. El personaje de ella tiene mucho diálogo, con textos largos, es una chica fanática de la astrología y cuenta las cosas muy bien.

—¿El público se va a encontrar alguna combinación entre «Diablo» y «Kryptonita» en la película?

—Si hay algo de eso, es una película más grande y ambiciosa a nivel producción. Lo que está bueno es que a diferencia de mis dos pelis anteriores, es que acá tuve un presupuesto mayor, donde muchas cosas que requería el guión lo pudimos hacer.

—Pasando a un tema odioso, ¿Cómo ves la situación actual que vive el sector audiovisual?

—En un punto debo decir que es un tema bastante complejo por las decisiones que se toman , hace que producciones de bajo presupuesto no puedan financiarse de otra forma. El Incaa está hecho para subsidiar cine, la plata sale de la recaudación de los cines. No provienen fondos del Estado, es un ente autárquico, tomar decisiones que dejen a películas en espera hace que el cine argentino no crezca como industria y haya menos puestos de trabajo. Realmente es un tema complejo que no concuerdo con muchas decisiones que se han tomado, pero creo que frente a decisiones políticas hay que encontrar la forma de poder encontrar la financiación y poder filmar.

—Volviendo a lo profesional ¿Habrá nueva temporada de «Nafta Super»?

—En este momento estamos con otro proyecto junto a Leonardo Oyola, creador de «Kryptonita», ahora no tengo una respuesta.

—¿Cómo cerras el año?

—La verdad que más allá de la situación que está viviendo el país, no me puedo quejar y voy a ser padre de una niña junto a mi mujer Paula. Y feliz porque vamos a estrenar «27: el club de los malditos» el próximo 4 de enero.