Por Mario Luzuriaga

La nueva aventura de Gru junto a su familia volvió a ser un gran éxito y es, por el momento, la más elegida por los chicos.

En esta oportunidad llega a la escena Balthazar Bratt (Trey Parker) una ex estrella infantil olvidada, que se dedica al crimen. Gru (Steve Carell) y Lucy (Kristen Wiig) deciden detenerlo pero fallan en su intento. En consecuencia, son echados de sus trabajos y no saben como explicárselos a sus hijas Margo, Edith y Agnes.

A su vez Gru descubre un secreto oculto que cambiará su vida: la aparición de su hermano gemelo Dru.

Ya es sabido que la saga de «Mi villano favorito» ha calado muy profundo en los niños, no sólo por la historia de Gru y sus hijas, sino también para la aparición de esos personajes cómicos llamados «Minions» que se roban el show cada vez que aparecen. A tal punto llegó el éxito de esos personajes, que en 2015 tuvieron su propia película con la que convocaron a más de cuatro millones de espectadores a las salas argentinas.

En esta oportunidad los «Minions» estuvieron casi en un tercer lugar, ya que parecieron perder esa frescura que tenían para pasar desapercibidos. Tuvieron sus momentos, pero no llegaron a cumplir las expectativas del público.

Las dos grandes novedades fueron las que realmente dieron que hablar. La primera es el villano principal, Balthazar Bratt, este ex niño prodigio de la televisión que tuvo su momento de fama, y al perderlo, se dedica a la vida criminal al ritmo de grandes hits musicales de los años ochenta.

También se destaca la llegada a este universo de Dru, el extravagante hermano gemelo de Gru, que si bien intenta ser un gran villano termina aportando un toque de comedia que supera a la que suman los propios «Minions».

El resto de la película cumplió salvo el segundo acto, donde el reencuentro familiar se hace tedioso y aburrido, pero es una cinta disfrutable de principio a fin.

Calificación: Buena.