David Benioff y D.B. Weiss, productores de la exitosa serie Game of Thrones, se encerrarán en un lugar «de ubicación desconocida» para ver el final de la serie, apagarán sus teléfonos celulares, beberán tequila y volverán cuando todo haya acabado, reveló la prensa neoyorquina. Estarán acompañados de sus esposas durante la emisión del sexto y último episodio del popular programa de televisión.

La pareja de productores, que hasta esta serie no habían producido nunca televisión, teatro ni cine, se conoció en High School en Dublin, Irlanda, Reino Unido, y el hecho de que la serie se grabara en gran parte en Irlanda «fue una feliz coincidencia y en gran parte es como cerrar un círculo» en sus vidas, reconoció Weiss.

«Lo primero que hicimos después fue convencer a (George) Martin, el autor de los libros», quien previamente había dicho no tener intención alguna de que sus textos fueran emitidos en algún otro formato.

Sus respuestas acertaron en el imaginario de Martin, quien entonces les dio los permisos para armar el programa de TV. Fue entonces cuando Benioff y Weis tocaron las puertas de la cadena de televisión HBO y lograron el mayor éxito del que se tenga memoria.