Desconocidos y famosos «tesoros» personales del gran cantante y músico británico Freddie Mercury, fallecido en 1991, se exhiben en una exposición en Londres antes de ser subastados en distintos remates de Sotheby’s.

Desde el manuscrito de «Rapsodia Bohemia» a su emblemática capa, pasando por su colección japonesa, la intimidad del que fuera líder de Queen se puede apreciar en esta muestra de la casa de remates, que aparece por estos días con su fachada londinense decorada con un gran bigote.

Recorrer las salas de la exposición permite admirar piezas emblemáticas, como la corona y la capa que el artista lucía en «God Save The Queen» para cerrar cada concierto de la última gira de Queen, en 1986.

La pasión de Mercury por Japón es uno de los descubrimientos más fascinantes de los organizadores de la exposición, que se puede visitar hasta el 5 de septiembre, fecha del nacimiento del cantante.

Kimonos, estampas, porcelanas o lacas que coleccionaba son un «conjunto completamente único», asegura Cécile Bernard, directora general de Europa de Sotheby’s.

El mobiliario permite respirar la atmósfera de Garden Lodge, que fuera la casa londinense de Mercury. El visitante puede ver una mesa de cocina antigua o un salón de jardín, e imaginarse las comidas y las fiestas de aquel entonces.

Estos objetos muestran lo cuidadoso que era Mercury a la hora de recibir a sus huéspedes. Incluso hay notas en las que escribía cómo debía estar puesta la mesa y el lugar de los invitados.

También se puede admirar la magnifica rocola Wurlitzer de 1941 que el cantante compró para la cocina de su casa, con discos como «Hallelujah I Love Her So» de Ray Charles, «Rit It Up» de Little Richard o «Shake, Rattle and Roll» de Bill Haley.

Entre los bocetos de algunos éxitos de Queen destaca el de «Rapsodia Bohemia»: quince páginas que revelan las diferentes ideas del músico para este tema que debía llamarse inicialmente «Mongolian Rhapsody».

Otra pieza excepcional es el piano Yamaha, comprado en 1975, con el que Mercury compuso casi todo a partir de «Una noche en la ópera», que está valuado entre 2,5 y 3,8 millones de dólares.

El vestuario de Mercury también sale a la luz sus blusas, zapatos, gafas, trajes con brillantina, incluso la camiseta de tirantes amarilla «Champion» que llevó en su último concierto, el 9 de agosto de 1986.

La muestra, de cerca de 1400 objetos y que reúne incluso cuadros de Goya y Picasso, exhibe también un poemario con comentarios del joven Farrokh Bulsara -el verdadero nombre de Mercury- con una poesía compuesta por él.

En total, entre 30.000 y 40.000 objetos de Mercury serán puestos a la venta en septiembre, según Fenella Theis, del departamento de libros y manuscritos de Sothebys.

«Cada pieza es tan autobiográfica y refleja tantas y tantas facetas de la personalidad del artista, que resulta increíble», explica Theis.

Toda la colección es puesta en venta por Mary Austin, una de las amigas más cercanas del artista, que también fue su compañera.

Parte de los beneficios de la venta serán para fundaciones implicadas en la lucha contra el sida.