A pocos minutos de las diez de la noche, Luismi iluminó el salón Metropolitano y dio comienzo al show  con su tema “¿Quién será?”. A partir de allí las protagonistas fueron las fans, que no pararon de gritar y cantar al unísono con su ídolo.

El Rey Sol demostró que sigue siendo el cantante de baladas más romántico, que traspasa épocas y generaciones. Mujeres  de todas las edades coparon el salón y no escatimaron en pagar entradas que superaban los 2500 pesos. Las primeras filas, correspondientes al sector  Vip,  se convirtieron en populares cuando Luis Miguel cautivó a  todas las presentes cantando “Hasta que me olvides” y llevó a que las fanáticas se subiesen a las sillas para ver un poquito más de cerca al mexicano.

Muy elegante, con un traje negro y esbozando su sonrisa blanca y radiante, “el incondicional” (como le llaman sus seguidoras) cantó clásicos de su carrera como “Amor, amor, amor”, “Que tú te vas”, “Cuando calienta el sol” y la infaltable “La chica del bikini azul”, entre muchas otras.

El espectáculo fue considerado como uno de los mejores entre los dados por el cantante en toda Argentina. Una de las postales que reflejan el fenómeno Luis Miguel,  fue el furor que causó, llegando el final del espectáculo, las primeras notas del tema “Suave”, donde lo único que se escuchaba eran las voces de las miles de fanáticas, por encima de la del romántico interprete.

Pueden pasar años, Luis Miguel sigue enamorando mujeres generación tras generación. A “sus chicas” no pareció importarles la modificación de la fecha del recital, ya que el espectáculo estaba programado para el martes último, y por cuestiones de logística lo trasladaron a la noche de ayer.   Al finalizar el show, las  fanáticas minaron las afueras de Metropolitano y entre la lluvia y el embotellamiento fueron retornando a sus hogares.