El astro mexicano de la canción romántica Luis Miguel iniciará mañana una nueva visita al país con un show en el superdomo Orfeo, de la ciudad de Córdoba, y continuará el próximo viernes 1 y sábado 2, en el Campo Argentino de Polo de la Ciudad de Buenos Aires.

Estas presentaciones se enmarcan dentro del tour “México por siempre”, que ya tuvo su primera parada sudamericana el pasado fin de semana en Chile, cuando brindó cuatro conciertos, y significarán el regreso del popular cantante desde su última incursión en la Argentina, en 2015.

La llegada de Luis Miguel, cuya vida privada estuvo el año pasado en boca de todos a raíz de la serie biográfica emitida por la plataforma Netflix, generó una gran expectativa, al punto que no sólo agotó entradas, sino que además miles de fans acampan desde hace varios días en los alrededores del Orfeo de Córdoba.

De acuerdo a lo desplegado en Chile, el set del cantante romántico está integrado por 38 canciones, entre las que no faltan ninguno de sus grandes clásicos, como “Suave”, “Por debajo de la mesa”,

“La incondicional”, “Amor, amor, amor”, “Entrégate”, “Hasta que me olvides”, “Tengo todo excepto a tí”, “Cómo es posible que a mi lado”, “Cuando calienta el sol” y hasta “Directo al corazón”, su primer gran hit cuando era apenas un niño, entre otras.

Las crónicas de estos cuatro shows en el país vecino afirman que el vocalista logró dejar atrás la mala imagen de sus últimos conciertos de diciembre pasado en México, cuando se lo vio errático y con problemas para recordar las letras de sus propias canciones.

Incluso, Luis Miguel se mostró en Chile muy meticuloso con el sonido, tanto en la previa, en donde dedicó muchas horas a las pruebas pertinentes, como durante el recital, cuando planteó algunas quejas a su staff por problemas en su retorno.

Lo cierto es que este popular artista, máximo ícono moderno del bolero, con 33 discos editados, más de 100 millones de copias vendidas en todo el mundo, e innumerables premios y reconocimientos, seguramente renovará un viejo romance con el público local, que lo adoptó como propio desde sus primeras visitas en los tempranos años ’80.