Por Mario Luzuriaga
Desde que Disney adquirió Marvel sus películas, en su mayoría, tienden a entretener al público en general y a su vez aprovecha para vender todo su merchandising. La mayoría de sus propuestas son buenas y otras son más interesantes ya que generan un guiño a sus seguidores más veteranos, por así llamarlos con cosas más adultas como «Guardianes de la Galaxia», en la que se rinde un homenaje a ese cine de ciencia ficción de los años ochenta. Otro ejemplo es «Capitán América y el soldado del invierno», que nos remite a una trama digna de una película de espionaje de los años setenta e inclusive las cintas de «Iron Man» que son más para un público adulto.
Pero sin lugar a dudas lo mejor de Marvel está en Netflix con producciones adultas, oscuras y jugadas, que muestran un universo más interesante del que vemos en el cine. Desde 2015 apostaron por personajes con una personalidad más diferente y retorcida, todo un reto ya que no se sabía cual sería el resultado, pero fue arrollador con la salida de «Daredevil» que tuve su siguiente temporada este año con las mejores críticas; y otra serie como «Jessica Jones» que explora la vida compleja de esta heroína con muchas sugerencias de que ha vivido abusos.
Ahora es el turno de «Luke Cage», un hombre que tiene como habilidad tener una fuerza sobrehumana y ser indestructible. Lo más interesante de esta serie es no sólo los personajes son importantes, sino que en sí el barrio actúa como uno de ellos. Las mafias que rondan en Harlem son dirigidas por un gangster llamado Cornell «Cottonmouth» Stokes (Mahersala Ali), un villano que tiene todos los códigos posibles y que a su vez se apena, y mucho, cuando alguno de estos códigos se quebrantan, pero a su vez su objetivo, junto al de su prima, Mariah Dillard (Alfre Woodard) una concejala que quiere que Harlem sea de y para la gente de color a cualquier precio.
En ese mundo de las mafias el villano es observado de cerca por un misterioso hombre llamado Shades, que a su vez tiene un pasado muy raro con nuestro héroe. Entre los últimos personajes se encuentran dos policias; la primera es la detective Mercedes «Misty» Knight (Simone Missick) que se obsesiona con Cage y a su vez tiene un gran olfato para resolver los crímenes; y el otro detective es Rafael Scarfe que tiene una doble moral.
Mike Colter interpreta a Luke Cage que tiene un pasado que todo el tiempo lo persigue y se siente responsable por el mismo y decide poner manos a la obra y detener a todos estos mafiosos. Una buena actuación y esperamos aún más del personaje. La estética de la serie es excelente, por momentos hay ciertos homenajes al cine de Spike Lee y del cine blacksplotation que son geniales, como así también la música que combina el soul, el hip-hop y el rap.
Desde Conclusión recomendamos esta serie que realmente está dando que hablar y van a querer seguir viendo historias de estos héroes que no son cosa de chicos.
