Por Mario Luzuriaga
En los años ochenta llegó MacGyver para resolver situaciones extremas usando todo lo que encuentre. Ya sea abrir cerraduras con un clip o fabricar una bomba con un chicle, MacGyver utilizaba todo su ingenio en vez de utilizar armas. La serie duró siete temporada y catapultó a la fama a su protagonista Richard Dean Anderson.
Los años pasaron y se hablaba de lleva a MacGyver a la pantalla grande y el posible regreso de Anderson en el protagónico, idea que a más de un fan le agradó. Pero no se llevó a cabo y se decidió hacer un «reboot» de la saga. «Reboot» es re iniciar todo desde cero y así empezar una nueva historia, que no se preste a la confusión con el término «remake», que significa rehacer un material original.
Aquí Angus MacGyver (Lucas Till) es un joven estudiante de química de MIT que trabajó para el Ejército desactivando explosivos. Durante su paso en la milicia conoce a un soldado llamado Jack Dalton (George Eads) y juntos comienzan a trabajar en el Departamento de Servicios Exteriores bajo las órdenes de la directora Patricia Thornton (Sandrine Holt). Luego de perder a una analista de sistema en una misión deciden reclutar a una hacker llamada Riley Davis (Tristin Mays) para descubrir un infiltrado en sus filas.
James Wan, el director de éxitos como «El juego del miedo», «El conjuro» y «Rápido y furioso 7», produce esta serie y se nota el cariño y respeto que tiene con el material, ya que utiliza elementos de la serie original y personajes para crear este mundo en el «Mac» no está solo y trabaja con un equipo de profesionales al mejor estilo «Misión:Imposible». Lucas Till está muy bien en su rol, está adaptado a nuestros tiempos y tiene la inteligencia tal cual la tenía el personaje.
Una serie muy entretenida llena de acción y suspenso que vale la pena sentarse y disfrutar estas emocionantes aventuras.
