por Florencia Vizzi

Referentes obligados del paisaje musical de la ciudad, Madrigal se ha convertido en un sello, cuyo nombre refiere a una tradición insoslayable de la movida cultural rosarina. Su historia se remonta a los años 70, en un país convulsionado, en el cual, los artistas populares eran bastiones de una sociedad que se debatía entre la dictadura y la injusticia, y se ha sostenido a fuerza de perseverancia y talento. Cuarenta años y 11 discos han pasado y, con altos y bajos, con muchas batallas y triunfos, con discos secuestrados por los embajadores del terror, y con una trayectoria que siempre se mantuvo fiel a sus principios, Madrigal sigue sonando.

Impulsada por el presidente del Concejo, Miguel Zamarini,  esta distinción  implica un reconocimiento a su trayectoria, según la palabra de Raúl Rey, director y arreglador del grupo: “es muy emocionante para nosotros y para mí, que estoy en Madrigal desde el comienzo. Creo que esta iniciativa tiene que ver con reconocer, no sólo el aspecto musical, que es algo que cuidamos y trabajamos mucho, desde siempre, sino el costado que tiene que ver con el compromiso, con nuestra forma de entender la música. Y nuestra forma es precisamente esa, el convencimiento de que, más allá de como se dice, importa el qué se dice. Nosotros siempre creímos  y entendimos que la música no puede escindirse de la realidad social, del compromiso y el mensaje… claro que eso tiene que ver con un trabajo estético, porque por más que el contenido sea muy loable, si lo que uno hace es estéticamente horrible, bueno, no vamos a ningún lado”.

Rey también señala, en relación a esta distinción que se les otorgará mañana,  que  cree que ha influido en esta decisión la importante labor que llevaron adelante al fundar, en conjunto con Myriam Cubelos y Juancho Perone el Encuentro Nacional de Músicos, en el cual, desde hace doce años,  convergen músicos, docentes, poetas y compositores  de primer nivel, que trabajan para el desarrollo de la música argentina a través de conciertos y talleres de capacitación de los que participan alumnos del país y del exterior.

Ahora, con  el proyecto de un próximo disco, y nueva impronta, Madrigal, conformado por Irene Rodriguez  (soprano – flauta traversa), Gabriela Rivoira, (mezzo soprano y guitarra), Sofía Rodriguez ( contralto), Willy Rodriguez (tenor y percusión), Rodolfo Gilione (bajo), Norberto Fernández (bajo y armónica) y Raúl Rey (barítono y guitarra) se apronta a recibir un reconocimiento que representa la huella que han dejado en varias generaciones, a las que han acompañado, y a las que les han posibilitado el acceso a un tipo de música que no siempre es difundida masivamente, y el disfrute de la misma,  privilegiando siempre la interpretación (el aire, el carácter, la expresión) y los arreglos musicales (las armonías, contra-melodías, unísonos, ritmos y fraseos) que aportan originalidad a las canciones, y los ideales que siempre han sido parte vital en su trabajo.

“Esto es muy conmovedor – manifiesta Rey- porque, en cierta forma, creo que somos sobrevivientes, hemos pasado por todas las etapas, hubo un momento en que fuimos los terceros en ventas en todo el país…pasamos la dictadura, con todo lo que eso implicó, nos prohibieron discos… Pero siempre pensamos que lo importante era hacer algo bueno, de calidad y sin resignar nuestras ideas, no nos dimos por vencidos y jamás renunciamos”