Por Federico Morel

El gran cantante de cumbia santafesina, Mario Pereyra, llega el miércoles 31 a Rosario junto a su banda para presentarse con todo el repertorio de éxitos en el anfiteatro Humberto de Nito, donde compartirá escenario con la orquesta local La Esencia de la Cumbia.

Dueño de una voz grave profunda, el intérprete nacido en el barrio Centenario logró conquistar los corazones de su gente, seguidores, fanáticos y estar presente, mediante su música, en casi todas las fiestas y reuniones familiares o de amigos, donde la cumbia suene para alegrar las veladas.

Mario Pereyra es un trabajador incansable del género. Y de eso no hay discusión alguna. Su carrera de más de 40 años de dedicación y tenacidad en la movida tropical, la relación que tejió con el público y el apoyo incondicional de su familia, han posicionado al «Máster» como uno de los mayores exponentes cumbieros en esta región.

Sus comienzos se remontan a la adolescencia. Con 14 años, Mario Pereyra comenzó a cantar en Grupo Vibración, un histórico de la movida tropical y cuartetera de Santa Fe. Allí participó en varios grupos más, como Amanecer tropical y Los del Mar.

En 1987 fue convocado a integrar el grupo Los del Palmar con quien grabó su primer disco y, luego de doce años en esta agrupación, desde 1987 hasta 1999, llegó a grabar la cantidad de 9 discos compactos.

En 1999, comienza su carrera solista y lanza El Aguante, un disco en vivo que revolucionó las radios, los boliches, fiestas, y por supuesto, consolidó un público que se ha mantenido fiel al artista tropical desde entonces.

Los músicos que en ese momento acompañaron a Mario Pereyra fueron Oscar Vasilak en acordeón, Mariano Salvatelli en teclados, Darío Pereyra en bajo, Aníbal Salteño en timbaletas, Pablo Track en güiro, y Héctor Gamarra en bongó.

Algunos de los éxitos que sonaron en El Aguante fueron “Hasta el sol de hoy”, “Dile tú”, “Leña seca”, “Vagabundo”, “Golpe con golpe”, “Un vaso de cerveza”, “Tus labios”, “Tu piel”, “A tu lado ya no estaré”, “Embustera”, “Ya me voy”, “María José”, “Forastera”, entre muchos otros.

Conclusión entrevistó al músico e intérprete, el cual hizo mención a varios aspectos de su agitada agenda, habló de sus colegas, de la importancia de la familia y de su público.

Hace mucho no visita Rosario

– Hace un tiempo prolongado que no hacemos show en la zona. Va a ser un lindo reencuentro con el público rosarino en vivo.

¿Estuvo trabajando en el material nuevo durante estos meses que pasaron sin tocar en vivo?

– Estamos en plena selección de lo que se va a hacer. Más adelante vamos a ver si, despacito, vamos metiéndonos en el estudio e ir viendo la posibilidad de tener un material nuevo para ir difundiendo dentro de poco.

¿Cómo se lleva con la difusión en redes sociales?

– Y en eso lo tengo a Diego, mi prensa que se encarga de las redes. El me consulta y yo voy diciéndole, bajándole letra de lo que quiero para que él vaya armando. No me dedico a las redes porque te volvés loco sino.

Es importante la familia porque es donde uno se pone firme y le dan fuerza para salir a trabajar. El tiempo que no trabajo quiero aprovecharlo con ellos.

Tiene mucho seguidores Maestro. Se debe hacer difícil…

– Tengo alrededor de 500 mil seguidores, no podés estar al tanto de todo. Sobre todas las cosas, te demanda mucho tiempo. Yo quiero tener el tiempo para la familia. El tiempo que no trabajo quiero aprovecharlo con ellos. Si uno está todo el tiempo en las redes se pierde, y para mí la familia es muy importante. Eso lo aprendí desde hace muy poco tiempo, aprendí a despegarme del celular y disfruto de mi familia a full. Es importante la familia porque es donde uno se pone firme y le dan fuerza para salir a trabajar.

¿Cómo está el tema de las presentaciones en vivo? ¿Está trabajando?

– Ahora tengo 3 shows por fin de semana. No se puede combinar nada porque los tiempos son muy cortos. No te da para combinar los shows, debido a la distancia entre uno y otro, además son pocos los que cumplen los protocolos. Los lugares, son muy pocos con la capacidad de gente suficiente para poder soportar los gastos de los grupos y todo lo que incluyen los espectáculos. Al ser poca capacidad de gente, se redujeron mucho los lugares donde se puede trabajar.

Teniendo en cuenta el contexto mundial con respecto al coronavirus, ¿existen pocos lugares para tocar en vivo?

– Sí, es uno de los momentos más terribles, porque no lo creamos nosotros, es algo que vino de arriba, vino de yapa. Si no generas trabajo porque lo haces mal, entonces bancatelá. Pero cuando es por sobre vos, que la demanda está pero no lo podés hacer porque no hay lugares donde hacerlo, es diferente. Lugares de aire libre, que ya se va la temporada, hubo unos cuantos, pero hubo muchos que se habilitaron muy tarde. Entonces les queda muy poco tiempo de estar abierto porque se viene el frío, entonces los condiciona porque lo lugares amplios cerrados son muy pocos. Nos preocupa porque se va a cortar el laburo.

Entrando en el terreno personal. Usted es un artista muy conocido y popular ¿Cómo le sienta esa fama?

– Uno tiene que nivelar las cosas, cuando está en el escenario tiene que hacer el trabajo lo mejor posible, tratar de transmitir lo mejor posible. Cada intérprete tiene que manifestar lo que hace y que le llegue a la gente. Por ahí es bueno también tener su lugar fuera del escenario, o en familia o con los amigos. Uno trata de que sea encapsulado fuera del público. Son contados los lugares donde me muestro en público o los lugares donde voy a estar con mi familia. Cuando estoy con mi familia, queremos estar en una burbuja de paz.

 

El juez es el público, entonces uno es agradecido del lugar que uno ocupa gracias a la gente.

Su público lo reclama… 

– Nosotros tenemos un termómetro que lo mide la gente. Nosotros podemos llegar a tener competencia entre uno y otro, pero eso no existe. A nosotros los que nos eligen son el público. La competencia es inútil. El juez es el público, entonces uno es agradecido del lugar que uno ocupa gracias a la gente.

¿Existe esa competencia entre bandas en la movida de la cumbia santafesina?

– A mí no me pasa. Tengo muy buena relación con una gran cantidad de grupos. Siempre fue una relación muy buena, inclusive con grupos que no han tenido su disco, o no han tenido gran difusión, o no han salido a la luz todavía, me he prestado para grabar temas con ellos, para ver si se les puede dar una mano para que resurjan un poquito más o para que tengan un público mayor. Con los colegas conocidos, intercambiamos los lugares de trabajo, los pibes se pasan los contactos para que ellos puedan manejarse con la gente que a uno lo contrató. Tengo una gran relación con los grupos de cumbia de Santa Fe somos más colegas que competencia.

Lo vi en un video compartiendo con Tito Pennesi (líder de Los Lirios)…

– (Risas) Sí estamos ahí con el amigo. Hace muy poco tiempo terminé de grabar dos temas junto a otros artistas con el Grupo Alegría. Unos temas clásicos bárbaros que me encantaban a mí en una época. Dentro de muy poco va a empezar a hacerse la difusión de los temas. Está la voz de Sergio Torres, la voz del Brujo Ezequiel, está Marcos Castello, Coty Hernández, va a ser una linda sorpresa para el público. Hay grupos de muchos años con una calidad de música terrible. Y demuestra que entre colegas se puede compartir muchas cosas.

(Sobre la cumbia de esta generación) no puedo opinar porque no lo escucharía. No me llama la atención para nada.

¿Qué piensa de la cumbia de esta generación, la cumbia que se escucha ahora?

– Es algo que no escucharía. No puedo opinar porque no lo escucharía. No me llama la atención para nada. A mí me gusta escuchar todo tipo de música, cualquier género, no me condiciona. Pero prácticamente no los conozco. Lo muy poco que de arranque se escucha, directamente lo saco. Pero es algo que tiene un público y que la gente lo elige.

Mario ¿hay una clave para el éxito? ¿O al menos para su proyecto?

– Yo pienso que es tratar de elegir un poco más lo que pide la gente cuando uno está en el escenario. Por las redes también uno va midiendo y viendo lo que la gente pide para los shows. También en el espectáculo me llegan los papelitos con pedidos. Uno en el escenario tiene que hacer lo que la gente quiere ver. Si uno se encapricha con lo que a uno le gusta o lo que quiere hacer, difiere con lo que le gusta al público. Hay que tener un contacto fluido y uno se va dando cuenta de lo que la gente va queriendo. Por ahí uno hace un repertorio con temas que hace años viene haciendo y viene recorriendo lugares con los mismos temas, pero hay que tratar de hacer lo que a uno le van pidiendo. El público que te vio por acá en esta zona, no te vio en Reconquista, no te vio en Calchaquí, no te vio en Rosario, en las distintas localidades. Uno lo ha hecho mil veces pero el público no lo vio.

Uno en el escenario tiene que hacer lo que la gente quiere ver.

En el escenario y con su público, se lo ve muy feliz…

– Yo mientras sé que le doy el gusto, disfruto mucho, porque sé que estoy haciendo lo que corresponde. Estoy haciendo bien mi trabajo. Yo calculo que es una de las cosas que hay que brindar. Por ahí, el público va ilusionado con un repertorio y si uno no erra la gente se va contenta.

Es casi natural que suene Mario Pereyra y a uno le de sed…

– (Risas) Lo tradicional. Siempre en alguna fiesta o en donde este todo al palo para poner música, siempre le trae sed a los chicos. Los enganchaditos que están en vivo y siempre bien arriba contagian mucho.