Murió Horacio Ferrer, el poeta que entre otros éxitos creó «Balada para un loco». Su último suspiro lo dio en el Sanatorio Güemes de la ciudad de Buenos Aires cuando contaba con 81 años de edad. Nacido en Uruguay, el 2 de junio de 1933, decidió nacionalizarse argentino y hasta hoy se desempeñó como presidente de la Academia Nacional de Tango, a la que le diera vida en 1990.

Entre otros éxitos, se pueden encontrar el emotivo «Chiquilín de Bachín» y «María de Buenos Aires», recordadas letras de tango que inmortalizaron los mejores intérpretes de la música rioplatense.

Creó y publicó «El Tango: su historia y evolución (1959)», «Discepolín, poeta del hombre de Corrientes y Esmeralda (1964)» e «Historia sonora del tango (1965)». En tanto, para 1967 publicó su primer libro de poemas llamado «Romancero canyengue», texto le valió ser reconocido y admirado por Piazzolla, quien lo convenció para que se trasladara a Buenos Aires y seguir con su trabajo.

Piazzola venía buscando un poeta con quien crear obras poético-musicales. Había trabajado con Jorge Luis Borges y con otros poetas, pero no estaba satisfecho. Cuenta Ferrer que Piazzolla le dijo: «Quiero que trabajes conmigo porque mi música es igual a tus versos».