Por Mario Luzuriaga

Pablo Granados es actor, comediante, cantante y sobre todo rosarino de pura cepa. Y regresa a su ciudad natal con «Ataque de risa», una comedia que la co-protagoniza junto a su ex compañeros de Video Match. En una entrevista con Conclusión contó sus trabajos actuales, su paso por el cine latinoamericano y la relación con sus hijos.

¿De qué trata «Ataque de risa»?

—Es una sucesión de sketches, donde hay imitaciones, como situaciones grupales e individuales y también hay musicales. Son como 14 o 15 situaciones que hacen una hora y cuarenta de humor, con mucha carcajada con cosas que ya conocen de nosotros y otras combinaciones. Por ejemplo las mejores imitaciones de Fredy (Villarreal) dentro de un mismo sketch, con Pachu hacemos uno que se llama «los mentirosos», donde nos comunicamos por Internet y nos mentimos todo el tiempo con cosas que pasan y hacemos nuestro clásico que son «los grandes poemas de pequeños autores». Sergio (Gonal) hace sus monólogos y se luce muchísimo Emilio (Disi) que es un gran comediante. Y también están las chicas que son Maypi Delgado y Erika Mitdank que a los hombres les gusta mucho (risas).

¿Qué se siente volver a trabajar con tu ex compañeros de Video Match?

—Es muy divertido osea lo de la gira es pasarla bien y salir a comer después de cada función. Imaginate que en vez de salir en colectivo para hacer la gira nos vamos en el auto de Fredy, los cuatro tomando mate, haciendo bromas todo el tiempo y contando anécdotas. Es como una adolescencia tardía lo que nos agarró.

¿Qué es lo que te genera llegar a Rosario y hacer la obra?

—Con Pachu sentimos entusiasmo y la alegría de volver a tu ciudad con una obra así y modificando ciertos sketches que tienen que ver con la ciudad, como para que tenga un poco de letra y la gente se sienta más identificada.

¿Seguís trabajando en Latinoamérica?

—No, ahora estoy dedicado a hacer cosas acá, con Pachu hacemos todos los jueves una obra en Termas de Río Hondo, que se llama «Pablo y Pachu a pleno», los fines de semana la obra y después estoy a full dedicado a la producción del proyecto de mi hija Mery Granados. A fin de año saldrá el disco y estoy de lleno en la composición y en la dirección de la banda que ya está armada, tocamos la semana pasada en el Hard Rock Café de Recoleta y en cualquier momento caemos a tocar en Rosario.

¿Cómo es trabajar con tus hijos?

—Es orgullo, alegría, todo junto. Es como que todo tiene sentido sobretodo cuando ves que ellos se han superado en lo que hacen. Sentís que hiciste bien la tarea y te da una felicidad extra, estaría feliz que ellos hicieran otra cosa que les gustara y que hagan lo que vos hacés y te invitan a participar está muy bueno. Ella me pide que le componga las canciones que le gustan, que se las arregle, armamos la banda juntos y me permite que toque con en el escenario es un bonus track, eso me da una felicidad que no me lo paga nadie.

¿Tenés ganas de volver con Macaferri y asociados?

—En realidad Macaferri está presente, lo que no tiene es trabajo (risas). Tocamos cuando nos contratan y es difícil volver y hacer algo solo, componer temas nuevos y ver si pegan o no, pero no puedo dedicarme a eso porque hago otras cosas. Pero siempre está presente en mí porque tengo una banda con grandes músicos rosarinos.

¿Cómo fue tu experiencia en la película «Lusers»?

—Ahora se puede ver en Netflix, es una película latinoamericana que me llamaron para que cubra el rol del argentino, también está Felipe Izquierdo un destacado comediante chileno y Carlos Alcántara que es un gran actor peruano muy querido. La estrenamos en Chile y Perú, no la estrenamos en Argentina porque era difícil meter una producción chilena, tuvo muy buenas críticas y fue una experiencia muy buena filmando dos meses en la amazonia peruana y me hice íntimo amigo de estos dos actores. Fue la mejor experiencia de trabajo que tuve.

¿Tenés ganas de seguir haciendo cine?

—Sí, me encantaría. A mí lo que me gustan son los proyectos distintos. Y cuando apareció lo de «Lusers» me sumé al instante, como también lo hice con la gira esta que hacemos o en la producción del disco de mi hija. Son todas cosas que te llenan de satisfacción, no es un trabajo más para el que te llaman, los disfrutás mucho y sobretodo el desarrollo que tienen. Eso es lo que me hace feliz.