Por Mario Luzuriaga

Pablo Procopio es un hombre de radio. Ha pasado por las AM más importantes de la ciudad y es director de Radio Nacional Rosario, además de ser periodista del diario «La Capital».

Ahora suma un nuevo desafío, conducir la segunda mañana en LT8 con su programa «Procopio 830». El periodista dialogó con Conclusión a pocos días de salir al aire. Habló sobre su carrera, de la ciudad, la política y el rol del periodismo en Rosario.

—¿Cómo te sentís para arrancar la segunda mañana de LT8?

—Es para mí un nuevo desafío que se me presenta en la vida. La vida últimamente me ha sorprendido por un montón de cosas, muchas de ellas muy dolorosas, y me sirvió para convencerme que hay que enfrentar los problemas. Hay que enfrentarse a todo, hay que tomar decisiones y vivir el día a día; transcurrirlo y nunca perder de vista que la vida sigue y superar las circunstancias adversas. En ese sentido también tengo que reconocer que me han pasado cosas buenas, y algunas que derivan de otras. Estoy convencido de que por algo nos van ocurriendo situaciones para llegar a determinadas cuestiones.

Yo me siento feliz y honrado de que me hayan propuesto las autoridades de «La Capital» y el grupo «América», de llevar el programa adelante y forma parte de anhelos profesionales que uno tiene a lo largo de su vida, en algunos casos se cumplen, en otros casos a medias; y en éste caso se da la oportunidad de instalar un programa para el cual estamos trabajando.

—Pasaste por las AM más importantes de la ciudad, ¿en esta ocasión lo ves como un nuevo desafío?

—Nunca me lo hubiera imaginado. Cuando uno hace una retrospectiva, se da cuenta que ha pasado por todas las radios y en lugares importantes. Mi desafío es consolidar un programa y para que la radio crezca. Hacer lo que uno sueña, que es un programa de la segunda mañana, son muchas cosas que confluyen, quiero que al programa le vaya bien y que fundamentalmente formemos un grupo con confianza; en el que podamos decirnos las cosas cara a cara y vayamos todos para un mismo lado. Estoy convencido de que si hay buena onda en el equipo, se percibe por parte del oyente.

—¿Cómo se va a conformar el equipo?

—El programa se va a llamar «Procopio 830», es una iniciativa de la radio de que en este cambio, que se personalicen los programas. Vamos a arrancar de 10 a 12 del mediodía y estoy muy conforme con todo lo que se viene.

—Arrancás en un año electoral para el país. ¿Cuál es tu mirada al respecto?

—La ciudad no es una isla y por lo tanto se discute cómo obtener fondos para hacer las obras, con lo cual la situación económica no es simple. En ese sentido hay que tener expectativas de que haya un cambio, pero evidentemente se necesita un cambio para que la gente viva mejor. Mejore su standard de vida y en ese sentido se puede mejorar la economía, me parece positivo que muchas cosas cambiaron y que la gente empiece a reconocer que no podemos tener dirigentes corruptos que hayan robado, que estén procesados, cuestionados y en la mira de la Justicia; en ese lugar es positivo el cambio. Pero también hay que decir que la gente no come y no vive, en eso se tendría que hacer hincapié.

—¿Se refleja mucho en la ciudad?

—Yo veo que en la ciudad el último tiempo no ha tenido obras trascendentes que cambien la vida de los rosarinos. Necesita dinero incluso para hacer algunas obras que deberían haberse hecho con los fondos corrientes. El endeudamiento fue para pavimentar calles y mejorar la iluminación, pero la ciudad necesita salir adelante porque a veces los dirigentes locales se quedan en cuestiones que no son trascendentes. Están en el chiquitaje de la política y hasta a veces propiciar algunas obras o tomar decisiones que no son importantes. Me pregunto en qué se ha gastado 15 mil millones de pesos que tiene esta ciudad y una vez más tenemos que pedir plata al extranjero.

—¿Qué se te pasa por la cabeza cuando haces radio?

—Para mi la radio es una forma de vida, es un medio de comunicación mágico. Me apasiona desde chico, al igual con el periodismo, yo era muy chico y jugaba a la radio y a la televisión. Después conocí el periodismo gráfico y me encantó, me enseñó que se pueden transmitir cosas de otro lugar, de una manera diferente y aprender sobre eso. La radio es un medio de comunicación que tiene mucha llegada y penetración, y que no se ha perdido como muchos piensan. Ni siquiera con los avances tecnológicos. La radio es una compañía que permite hacer otra actividad y estar presente.

—¿Te gusta tener contacto con la gente?

—Me encanta y me parece que es una cuestión siempre a pulir. La gente siempre te marca el pulso de lo que vos haces, y en la medida que tengas buena llegada va a ser siempre mejor.

¿Cómo ves el rol del periodismo en Rosario?

—El periodismo ha crecido en el sentido de que se ha animado a denunciar. Yo estoy convencido de que el periodismo no es sentarse y contar algo que todo el mundo sabe, pero el periodismo es construir información, detectarla y obtener la capacidad y el criterio necesario para saber que es importante y pueda importar. Fundamentalmente el periodismo es crítico, que interpela, de difusión de cuestiones positivas y así funciona un programa. No suma hacer un programa a favor o en contra de alguien, por suerte veo que los comunicadores se animan a decir las cosas, marcar que es lo que está mal y se pueda cambiar.

—¿Cómo es dirigir Radio Nacional?

—Es una experiencia que agradezco porque me permitió conocer gestión estatal que desconocía y desde ese punto de vista me ha instruido. Soy un periodista independiente y nadie me ha llevado o marcado pautas de trabajo. Es una radio que se maneja con absoluta pluralidad en donde se escuchan todas las voces, que es el sentido y el objetivo que ha tenido el gobierno nacional en esta etapa.

—¿Cuál es el futuro de Pablo Procopio?

—Quiero trabajar en libertad, me parece que es claro. Me pone muy feliz hacer esto, quiero vivir una vida más ordenada y quiero que el proyecto perdure. Seguir trabajando también en el diario que me permitió crecer. Mi desafío es esto que me ocurre y es la primera vez que voy a conducir este programa y estoy nervioso como todo arranque.