Después de un buen tiempo de trabajo, con presentaciones en vivo y algunas grabaciones especiales, La Rompiente estrenó el pasado sábado su primer disco: “Pura Ingratitud”.

Este EP, compuesto de cuatro canciones, se realizó durante el estadio de la crisis sanitaria al cual se llamó “Fase 5”, cuando en Rosario el avance de la pandemia era aún incipiente y el sistema de salud local gozaba de cierta estabilidad.

En este clima de incertidumbre, en el que día a día se especulaba con la llegada de un pico de casos positivos de Covid, es que el grupo formado en la ciudad en 2017 se reunió a grabar su música, con las herramientas que tenía disponibles y cierta urgencia, temiendo un inminente retroceso de fase que altere las reglas del juego.

El material, producto de estas sesiones pandémicas, refleja un espíritu de autogestión e independencia con el cual la banda se identifica. Su música suena despojada, cruda, pero contundente: el mensaje llega.

En ese sentido, desde la banda expresaron: “La energía y el vértigo que sentimos tocando nuestras canciones se potenciaron mientras grabábamos en el living de un departamento, sin saber si íbamos a poder continuar la semana siguiente, esperando que ningún vecino nos denuncie, que el micrófono no haya tomado el ruido de la heladera que olvidamos desenchufar, que la toma sirva”.

Pura Ingratitud somos nosotres. Sonando. En Rosario, en el 2020. Sin futuro, sin esperar nada a cambio, haciendo contra todo pronóstico, de la forma que sea necesaria”, resumieron de manera perfecta.

Lo que más caracteriza a La Rompiente es su fuerte búsqueda identitaria, en la cual la composición de canciones originales y la influencia de otros géneros, como el rock y la canción latinoamericana del siglo XXI, cumplen un rol clave.

Así, su repertorio se compone por tangos propios, escritos por les distintes integrantes del grupo. En sus letras se dejan de lado las “añoranzas por el ayer” de los tangos de antaño, entrando en juego la urgencia del ahora y el panorama de un futuro incierto.

La búsqueda de sus arreglos se apoya fuertemente en melodías y riffs de guitarra eléctrica y clarinete bajo, dejando de lado la sonoridad nostálgica de los tangos tradicionales, proponiendo así una visión más enérgica y actual.

La Rompiente está compuesta por Joselina Casadei (voz), Jimena López Zaric (clarinete en temas 1 y 3, clarinete bajo en temas 2 y 4), Genaro Carranza (guitarra eléctrica), Tomás Giroud Guillet (piano y arreglos) y Fermín Suárez (contrabajo).

A su vez, los temas que incluye “Pura Ingratitud” son “Cobija” (Tomás Giroud Guillet), “El refrán” (Fermín Suárez), “Puerto y calor” (Joselina Casadei) e “Irreversible” (Fermín Suárez).

La edición de audio estuvo a cargo de Tomás Giroud Guillet y la mezcla y masterización corrió por cuenta de Gabriel Schubert en Estudio La Caja, mientras que en el arte la foto de tapa fue de Fermín Suárez, el diseño gráfico de Victoria Araldi y el logo de El Papu.