La «Smowing» se presenta este sábado 2 de octubre en el Galpón 11 con un show que llega con sorpresas tanto para el público como para la misma banda que, lejos de ofrecer un show ligado a la monotonía, pretende que «se mueva alguna rodilla al compás del ritmo».

Con más de 21 años de trayectoria, Rosario Smowing no deja de producir y trabajar en pos de conceptualizar una expresión artística a través de sus canciones que está muy ligada a la vida rosarina, por lo que la identificación del público con la banda, no deja de alimentar un lazo que día a día se torna más consistente.

La orquesta rosarina, previo a la pandemia, pudo presentar esta identidad a través del mundo, y junto a un equipo de trabajo en producción y sobre todo en comunicación, logró llevar sus canciones alegres y efervescentes a miles de personas que hoy son seguidores fieles de este sonido tan distintivo.

Diego Casanova, voz líder de la banda, dialogó con Conclusión en una entrevista amena y amigable, características bien definidas en este artista que es protagonista de su propio recorrido musical.

«Estamos tratando de meter en una bolsa pequeña, como cuando uno vuelve de viaje que no entra nada en las valijas, algo así sería. Tratando de meter todo lo que tenemos ganas, todo lo que nos estuvimos guardando para una noche«, expresó el cantante.

Al consultarle sobre esta presentación y el condicionamiento en el aforo para la misma, Casanova argumentó: «Tenemos que aggiornarnos a cómo está la situación. Si se puede con menos gente, menos gente. Si se la pasa bien la cantidad de gente en lo único que influye, que no es poco, es en la cuestión económica, pero el show no cambia. Sí puede cambiar en este asunto de que ya no se puede bailar frenéticamente, amontonados, entonces se transforma en otra cosa».

Aunque el frontman de la «Smowing» siente cierta tranquilidad, debido a que lograron «hacer una buena fiesta las pocas veces que pudimos tocar en la pandemia, y supongo que ahora va a estar todo un poquitito más suelto, entonces la vamos a pasar bien».

En relación al repertorio y específicamente con lo que la gente se va a encontrar, el trompetista y compositor dijo que se enfocarán en «parte del material que estuvimos presentando y algunos clásicos viejos, sobre todo algunas canciones que hace mucho que no estamos tocando. Tenemos gente nueva. Tenemos un corto para presentar también, o sea que hay varias cosas para la noche«.

Sobre el filme que van a presentar, el cantante contó que «es un pequeño corto bastante bizarro de una historia imaginada por nuestro benemérito baterista y su hermano, Diego y Andrés Picech, que armaron este corto en el cual Rosario Smowing participó en la composición, en el toque de las canciones y en la actuación y armaron un corto bastante divertido que nos hizo reír muchísimo a nosotros y espero que a la gente también cuando lo vea».

Casanova se siente ameno para esta presentación y sabe lo que va a ofrecer en este show. «Es lo que hemos respirado toda la vida, entonces no tenemos otra cosa para dar. Es eso o invitar a comer un asado. Como plata para el asado no hay, lo que tenemos son canciones y un montón de arte amontonado esperando salir a la luz», mencionó el enérgico artista.

Esta presentación es para la banda muy significativa y, por supuesto, están listos para salir al escenario: «Es como un orgullo y una responsabilidad enorme a la vez, ser los encargados de provocar esa distención y alegría que el alma necesita. Ya te digo, es una enorme responsabilidad y un gran orgullo ser los encargados de esa situación».

Cada presentación para la orquesta rosarina es especial, y son conscientes de que cada show es único, por lo que «la idea, al menos este año, es no salir desesperadamente a hacer shows. Necesitamos encontrarnos con la gente, pero más allá de lo que vivimos, es lo que necesita nuestra alma para seguir creando. Pero estamos en el plan de darle a los shows un concepto amplio y trabajamos para ello«.

Casanova concluyó: «Salimos a tocar a las 9 de la noche, un horario fantástico porque uno tiene toda las energías hasta para caminar por las paredes. Después uno hace lo que quiere, si quiere se copetea. En el momento de largar toda la energía estamos a pleno. Ese horario nos parece fantástico. A ver si nos dejan bailar y mover alguna que otra rodilla».