La octava y última temporada de la serie dramática de fantasía épica “Game of Thrones”, una de las más populares y premiadas de la historia de la TV, tuvo lugar anoche a las 22 por la señal de cable premium HBO, y en Argentina fue todo un hito.

La serie, creada por David Benioff y D.B. Weiss en base a la saga de novelas de George R.R. Martin, tuvo un prolongado hiato desde que se emitiera el final de la séptima entrega en agosto de 2017.

Omnipresente en los medios de comunicación y redes sociales en las últimas semanas, la modalidad de emisión del primer episodio este domingo se dio como un evento televisivo que pudo verse de manera simultánea en las cuatro señales lineales de HBO y en la plataforma de streaming HBO GO, junto con eventos especiales alrededor de distintas ciudades del mundo.

Así repercutieron las redes sociales entre ayer y hoy:

La temporada final estará compuesta por seis episodios, progresivamente más extensos; mientras que el primero y el segundo durarán 54 y 58 minutos, el resto tendrá la duración de casi una película, con un promedio de 80 minutos cada uno.

Desde 2011 los fans siguen las intrigas palaciegas, traiciones, batallas, elementos mágicos y explosivas sorpresas de Poniente, el continente ficcional de la serie -y los libros- en el que numerosas casas nobles traban alianzas y entablan combates sanguinarios en busca de un único objetivo: hacerse con el Trono de Hierro.

Muerte tras muerte, tragedia tras tragedia, la pluma de Martin, Weiss y Benioff fue eliminando aspirantes a la corona.

Esa marca registrada del “Juego de tronos” es justamente una de las razones por las que la crítica la alaba: nadie está a salvo, ni siquiera los protagonistas con los que se arman los afiches de publicidad.

Hacia el final de la séptima temporada las facciones contendientes quedaron reducidas a dos, ambas lideradas por mujeres.

Aunque una es la villana de la historia y la otra más bien una heroína, las dos resultan hermanadas por sus trayectorias; dominadas y a la sombra de hombres al principio, amas de su destino en la hora decisiva.

La primera, Cersei Lannister (Lena Headey), la eterna conspiradora que consiguió dejar de ser “el poder detrás del poder” de maridos, padres o hijos, ahora todos muertos.

Habiéndose hecho cargo de sus ambiciones y tomando por la fuerza la corona, Cersei comanda el poderoso ejército de la capital de los Siete Reinos.

En frente Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), quien tuvo que exiliarse siendo apenas una niña y también ostenta un arco narrativo de superación y liberación: tras deshacerse del dominio de los hombres que la querían controlar está de vuelta para reclamar el trono que le corresponde por derecho de sangre.

También ella tiene a su favor un poderoso ejército, una enorme coalición de familias nobles y nada menos que dos gigantescos dragones que le responden como a una madre.

Cualquiera de ellas podría quedarse con el trono, o ninguna, ya que la trama supo construir también a su Cenicienta.

Se trata de Jon Snow (Kit Harington), un hombre que nació como bastardo de un noble caído en desgracia y que por valentía y honestidad -y una hechicera que lo trajo de vuelta de la muerte- ascendió hasta liderar a todos los lores del gélido norte de Poniente.

Como buen héroe nunca aspiró al poder y se contenta con servir a Daenerys Targaryen, aunque él no sabe que su linaje es de sangre azul y es en realidad el verdadero heredero del Trono de Hierro.

Finalmente, antes de que Cersei y Daenerys/Jon Snow puedan dirimir sus diferencias, un peligro aún mayor acecha: el Rey de la Noche y su ejército de caminantes blancos zombies marchan desde tierras inexploradas del norte para acabar con ellos y con la vida toda humana.

Las teorías que entretienen miles de fans en redes sociales no cesan, y no faltan quienes ven las “pistas” que indican que Jon Snow es “el elegido” de las leyendas que salvará al reino de los vivos, o que el Rey de la Noche es en realidad un pariente suyo de cientos de años atrás, por ejemplo.

La única certeza es que, una vez terminada, HBO sentirá la ausencia de “Game of Thrones” y por eso ya elabora un spin off también inspirado en la obra de Martin, en este caso una precuela que narrará los orígenes del mundo que tantos adoran y que ya cuenta con figuras como Naomi Watts en su reparto.

Más números de Game of Thrones:

«Game of Thrones» es un fenómeno televisivo y cultural que puede explicarse por su narrativa, el detalle y nivel de su producción o la performance de sus actores, aunque otra forma de acercarse a entenderlo son sus cifras:

– 47 Emmys de la Academia de la Televisión de Estados Unidos son los que ganó la serie en sus primeras siete temporadas. Récord para una serie dramática.

– 239 galardones en total suma hasta el momento, lo que la convierte en una de las más premiadas de la historia de la TV estadounidense.

– 10,2 millones de espectadores promediaron los siete episodios de su séptima temporada, un gran salto desde los humildes 2,5 millones de la primera entrega en 2011. Cuando se añaden los datos de espectadores por fuera de la TV lineal (plataformas de streaming, por ejemplo) el número crece a más de 32 millones. Sus ratings suben año a año y se espera que la octava sea aún más popular.

– Más de 12 millones de televidentes tuvo el capítulo final de la séptima temporada sólo en Estados Unidos. Cifra récord para un canal de cable pago y la envidia de las muchas señales de aire.

– Más de 1.000 millones de descargas ilegales tiene la serie. No es sólo una de las más vistas, sino la más pirateada. El episodio final de la séptima temporada se vio ilegalmente 143 millones de veces.

– 15 millones de dólares en promedio costó cada uno de los últimos seis episodios. Con la producción de su octava y última temporada, “Game of Thrones” se convirtió en la serie con el presupuesto más alto por episodio de la historia de la TV, según diversos medios especializados.

– 500.000 dólares cobran por episodio los miembros principales del elenco: Kit Harington, Emilia Clarke, Lena Headey, Nikolaj Coster-Waldau y Peter Dinklage.

– 1.000 millones de dólares por año gana HBO gracias a la serie, reportan medios de finanzas norteamericanos. La inversión es grande, pero las ganancias lo valen.

– Más 200 millones de tweets fueron escritos sobre la serie desde su primer episodio allá por abril de 2011, de acuerdo al estudio de una consultora. Sólo un dato de los muchos que revelan cómo “Game of Thrones” comienza en la TV pero sigue en la conversación de sus fans.