Del 23 de octubre al 2 de noviembre se realizará la muestra «Fantasías Mecánicas» en la Sala Foco de San Cristóbal Seguros.

Las visitas serán de 10 a 11:30 y de 15 a 19. Esto se da dentro del marco de la «Quincena del Arte en Rosario» y estas visitas se realizarán a cargo de Diego Gilardi, quien se encarga de construir estos muñecos, títeres y animatrónicos para el teatro, la televisión y el cine.

En diálogo con Conclusión, Gilardi habló sobre la muestra y contó sus experiencias en su rubro.

—¿Ya ultimando detalles para estas «Fantasías Mecánicas»?

—Ya está todo listo. El sábado pasado montamos y las máquinas están a punto para que disfrute el público. Esta es una exposición interactiva en la que decimos que está «prohibido no tocar». Estas 20 piezas que exponemos y los invito a que conozcan los secretos que tienen los muñecos debajo de su piel. Cuando uno ve un espectáculo, una producción audiovisual o una película ve el resultado final, pero lo que no ven es la cantidad de personas que hay involucradas en la preparación de ese muñeco. Esto es muy amplio, la gente piensa que es normal que un títere sea como un guante, pero en realidad hay una gama muy amplia con la que se trabaja para crearlos. Van desde lo simple hasta lo más complejo que es la animatrónica.

—¿Requiere demasiado trabajo preparar una de estas figuras mecánicas?

—Cada trabajo requiere su tiempo y la presión es mucho más grande cuando es encargado por otras personas. Cuando uno lo hace para uno mismo se toma ciertas licencias, sobre la marcha vas modificando al personaje. Tuve la oportunidad de trabajar en una empresa de animación para teatro, cine y televisión; la responsabilidad es muchísima y tenés que trabajar al milímetro. El resultado final tiene que ser tal cual el diseño original.  Por eso tengo la oportunidad de mostrarlo en este evento.

—¿Cuál o cuáles fueron tus trabajos más difíciles de realizar?

—Podría decir que a los muñecos que uno va elaborando, ya no tienen tanta complejidad debido a mis 25 años de trabajo, pero sí presentan un desafío. La dificultad viene con la constante presión que ejercen las productoras. Una sola vez no me salió algo en España y colapsé, pero después me relajé y pude terminarlo.

—¿Cómo ves el mercado argentino a la hora de la animatrónica?

—No hay mucho, hay gente que trabaja muy bien en Buenos Aires en producciones audiovisuales con muñecos. Ahora estoy con proyectos que voy presentando gracias a mis experiencias que tuve en España. Animar es todo un arte.

—¿Hay alguna posibilidad que puedas hacer algo así en Rosario?

—Tengo un proyecto que está pensado para la provincia, ya que está el piloto realizado. Lo único que te puedo contar es que tiene que ver con la diversidad de la flora y la fauna del Río Paraná, un trabajo pensado para los chicos y es muy interactivo.