Juan Manuel Martelotto

Con más de una década en los escenarios, dos discos grabados, con nominaciones a los Premios Gardel, premios internacionales, y luego de su reciente gira por México, Mamita Peyote vuelve a Rosario con el primer “Festín Peyotero del año” en el Galpón de la Música este sábado 26 de agosto a partir de 21.

Su cantante Eugenia Craviotto Caraffa anticipa: “Las expectativas como siempre, a pleno. Estamos muy contentos para reunirnos con nuestra gente, que ya sabe de lo que se trata el Festín Peyotero que para el que alguna vez fue, ya sabe lo que voy a contar. Básicamente pasarla muy bien. Mucha buena onda, mucho color, muchas sorpresas. Una noche preparada desde el inicio hasta el final para pasarla bien, para compartir nuestras canciones, para compartir música y en definitiva pasarla bien…”.

Charly Bertolín, guitarrista y compositor de la banda, complementa: “La característica que tienen los festines es que lo producimos 100 % nosotros. Invitamos bandas para que nos abran. Las bandas invitadas son Barrio Originario Underground (FreeStyle), un grupo q hacen hip hop del barrio QUOM y Santa Fe Ska de la ciudad de Santa Fe, que ya conocíamos de antes”.

 

– ¿Me cuentan cómo es la composición en la banda, letra, música? ¿Cómo lo trabajan a eso y la variedad de estilos que ustedes fusionan, que es un rasgo distintivo ese eclecticismo en la banda?

– Eugenia: Funcionamos muy bien, nosotros aparte nosotros somos compañero y compañera. Hace 16 años que estamos juntos. Y también trabajamos en la composición y todo lo que tenga que ver con la banda. Yo estoy más con las letras y Charly, que es nuestro director musical, es el que en realidad hace aparecer la canción. Es el que acomete con las melodías y las armonías. Él recibe pedacitos de letras o recibe audios míos con algún tarareo y es el que la termina convirtiendo en canción.

– Charly: Por ahí ocurre al revés, que yo tengo algo ya compuesto y le digo a ella ponele letra. Las letras se las dejo a ella.

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– ¿La parte melódica de las canciones quien las hace?

Charly Bertolin, guitarrista de Mamita Peyote

– Charly: entre los dos. Si ella ya tiene la melodía con la letra, la adecuamos a la armonía. O viceversa. Ahora con la tecnología armas la base rítmica, la armónica. Para componer está rebueno.

– Eugenia: Es bastante dinámica la cosa.

– ¿Qué los motivó a la hora de armar Mamita Peyote y con qué idea, y si eso se sostiene a través del tiempo?

– Eugenia: Fue mutando a través del tiempo. La dinámica y cuestiones que se dieron en base a la organización y a cómo funciona, pero lo que originariamente nos convocó a armar un proyecto, sigue intacto, que son las ganas de poder transitar esta vida haciendo esto.

Lo que originariamente nos convocó a armar un proyecto, sigue intacto, que son las ganas de poder transitar esta vida haciendo esto

– Ustedes lograron sostener la banda, con menciones en los premios Gardel…

– Eugenia: Estuvimos nominados. Tenemos dos discos y ambos estuvieron nominados en la categoría Mejor Álbum Reggae. Cuando estás nominado tenés que ir, te mandan los pasajes, te pagan el hotel y estuvimos ahí en la terna, compartiendo. La primera vez con Dread Mar I, espués estuvimos con Gondwana, después estuvo Pericos… varios del género.

– Charly: Y el segundo disco fue ganador de los Independent Music Awards en Nueva York.

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– ¿Cómo es el origen tan particular del nombre del grupo?

Eugenia Craviotto Caraffa, voz de Mamita Peyote

– Eugenia: Estábamos conformando la banda. Fuimos con Charly a un viaje al norte y paseamos por Purmamarca y tiene un cementerio hermosísimo muy poético al costado del pueblito. Nos metimos y empezamos a ver que había muchas plaquitas que decían “gracias mamita”, usan mucho esa palabra y había una que decía “gracias mamita eduije por la música” y nos quedó eso medio misterioso. Entonces vinimos y dijimos “ya tenemos el nombre. Se tiene que llamar Mamita Eduije”. El Eduije no prosperó pero después vino la cuestión del peyote en tanto analogía con esta cosa sagrada, con esta dimensión medio misteriosa y sagrada que para nosotros es la música, que es como un portal a otra dimensión. Esto de que no sabes por qué tenés piel de gallina cuando escuchas cantar a alguien y no a otro o te referencias con una canción, con un género o una letra o algo que te hace una reminiscencia, te trae una situación, entonces es como que la música tiene esa dimensión también mágica. Esa cosa ancestral inexplicable que nos atraviesa. Y entonces por eso un poco ahí vino la unión de la cuestión del nombre.

Es como que la música tiene una dimensión también mágica

– ¿Cómo fueron viendo el proceso de darse cuenta que movilizaban mucha gente, de la llegada al público que ustedes tienen actualmente y el reconocimiento por parte del mismo? Y que pueden contar acerca de las giras en México y demás?

– Eugenia: Tenemos la suerte gracias a lo que sea, básicamente gracias a mucho trabajo (además de la deidad que sea) que siempre los balances terminan siendo muy positivos. Y siempre la cuestión es como progresiva. Desde que arrancamos nunca nos quedamos quietos. En plena pandemia estuvimos en Quilmes Rock, en un festival en Perú, en el Billboard Festival. Siempre fue como un crecimiento progresivo. Sentimos que es un camino que no es que llegás a un lado. Lo hicimos a esto con el objetivo de poder atravesar la vida esta que estamos todos viendo cómo es esta cuestión de vivir. Haciendo música, haciendo nuestras canciones. Entendemos que no hay un lugar adonde llegar, sino que es un camino. Es un proceso constante. Y todas estas cuestiones que tienen que ver con las giras son parte de ese proceso y ese camino. Hace ya del año pasado empezamos a trabajar con el sello de los chicos de Los Auténticos Decadentes y de la mano de ellos empezamos a entender que nuestro proyecto tiene que ir un poco más para allá de las fronteras argentinas y entonces empezamos a armar nuestro camino internacional. Es la segunda vez que vamos a México. Nos fue muy bien. Estamos muy contentos por eso. Se viene Europa, Paraguay, Chile y otros lugares de Latinoamérica.