Por Mario Luzuriaga

«Siempre hubo, hay y habrá un encuentro supremo con Rosario. Es muy especial la ciudad para mí porque tengo muchos amigos allí como Fito y Juan (Baglietto). Es la cuna de grandes artistas, de Los Gatos por ejemplo», afirmó David Lebon que llegará a la ciudad para brindar su nuevo show.

El artista rresentará Encuentro supremo, su último disco y dialogó con Conclusión acerca de su nuevo trabajo y su trayectoria musical.

-¿Encuentro supremo es tu trabajo más personal?

-No, todos los trabajos que hago son personales. Ojo también en las letras podes ver en los videos de otros artistas y van a decir lo mismo. Las letras son cosas en las que uno está pensando en algo y otras personas que lo escuchan están pensando en otras cosas. Por ahí justo diciendo algo y le brindo amor a una persona, cantándole una historia de otro tipo. Mis historias siempre terminan bien. No vendo religión, pero lo que si es que hay una lado bueno y otro lado en el que podes estar como el culo. Ya he pasado por ese lado y les recomiendo a todos que estemos bien.

-¿Te ponés como meta seguir evolucionando?

-Yo voy a seguir tocando hasta que me de el cuerpo y la mente. Me voy olvidando de cosas, pero no de gente lamentablemente (risas). Hay cosas que ya no me funcionan como antes pero me encanta tocar. Estoy teniendo una sensación hermosa para este show porque estoy muy contento por ir a Rosario. Me gusta también tener trabajo y haciendo lo que me gusta.

-¿Tenés mucho contacto con la gente que te cruza por la calle?

-Me encanta, es la parte que más me gusta. Yo soy cholulo de la gente, porque me gusta que me paren en la calle y también saber cosas de ellos. Somos una gran familia, el mundo es una gran familia, espero que no rompamos la casa donde vivimos. Los argentinos tenemos un amor tremendo por la gente y eso no lo perdimos nunca. Hemos pasado por muchas cosas, nos han dado con todo, pero seguimos contentos. La gente es muy agradecida y me pone muy bien eso. Todas esas cosas son muy gratificantes y le recomiendo a la gente que es pública reciba ese afecto.

-Volviendo en el tiempo, ¿cómo llegó la música a tu vida?

-Estoy seguro que vino cuando me sacaron de mi mamá (risas). Se quedó en mi cuerpo, desde chico me gustó y tocaba cualquier instrumento que encontraba. Y bueno todo se revolucionó cuando aparecieron Los Beatles y dije «acá me quedo» (risas).

-No puedo dejar de preguntarte por Charly García, ¿escuchaste su último trabajo?

-Sí, me parece bárbaro. Estuve con él al principio cuando estaba internado en la clínica. Ahí me mostró el primer tema y cuando lo fui a ver y vi que había alguien cuidándolo pensé que era serio. Pero cuando entré a la habitación era una fiesta. Sandwichitos en el piso, era la casa de Charly pero en la clínica (risas). Estaba rodeado de aparatos y me hizo escuchar una canción que me hizo emocionar mucho.

-¿En algún momento de tu carrera te cansó que el público te pida Seminare?

-(Risas) No para nada. Ya es una cosa que me persigue porque está en una propaganda y se me tornó en una cosa rara. Pero a donde voy la canción es un himno para la gente.