La banda porteña Turf, luego de viajar por varias ciudades de México, estará en el escenario del Vorterix este viernes a media noche donde estarán tocando temas como Gatitas y Ratones, Lamento Boliviano, Malas Decisiones, entre otras canciones que pertenecen al nuevo material, junto por supuesto al repertorio de canciones pertenecientes al inconsciente popular.

Turf es poseedor de un gran cancionero popular que ha llevado temas como Loco un poco, Yo no me quiero casar, entre otras a formar parte del unísono que se oye en las tribunas durante los encuentros futbolístico, no solo de Argentina sino también de países limítrofes.

La banda, la cual tuvo un distanciamiento por diferencias personales y que volvió en 2017 bajo la premisa «juntos podemos más», está conformada por: Joaquín Levinton en voz y guitarra, Leandro Lopatín en guitarra, Nicolás Ottavianelli en teclados, Fernando Caloia en batería y Carlos «Tody» Tapia en bajo.

Conclusión habló con el baterista de Turf, Fernando Caloia quien, al preguntarle sobre el homenaje a la canción Lamento Boliviano, expresó: «Fue muy loco porque en realidad se homenajeó a la canción sobre todo. En un principio, nos enteramos que era la canción más escuchada en rock de habla hispana y la verdad que tiene un estribillo imbatible. Nosotros como artistas populares valoramos mucho eso que tiene la canción y nos decidimos a grabarla».

Sobre la canción que fue éxito en la voz de Marciano Cantero, y que ahora Turf interpreta, su musicalidad fue pensada por la banda para que tenga las repercusiones necesarias. «Cuando aflojo un poco la pandemia fuimos s hacer unos shows a Mendoza a unas bodegas y conocimos a Felipe el guitarrista de los Enanitos entonces se nos ocurrió tocar ese tema de la nada, y Felipe se tentó y empezó a tocar con nosotros y vimos lo que paso con el público y dijimos bueno muchachos esta es. Nosotros tenemos canciones que se han instalado en el inconsciente popular, así que algo sabemos de eso».

Para Caloia estaba escrito, o «linkeado» su relación con esta canción y con su autor. «Se transformó en nuestro máximo hit. Paso algo muy lindo con esa canción y coincidió con el fallecimiento de Marciano que la historia nos ha unido, el no seleccionó como banda Revelación. Una vez apenas salimos a la cancha, en la encuesta Sí de Clarín que era un suplemento joven, en una encuesta ganamos con el voto de él, de Dargelos y uno de los muchachos de Súper Ratones y salimos banda Revelación con el voto de él. Así que hay un link ahí, nunca cantamos juntos, nunca estuvimos juntos pero siempre estuvimos linkeados de alguna manera con Marciano«, expresó el baterista.

El integrante de Turf, habló emocionado de la relación que existe con el público: «Es tocar el cielo con las manos. Es algo divino lo que te regala el público. La vida del músico muchas veces parece que es color de rosa, pero es  muy sacrificada, somos muy vulnerables, viajamos mucho, y la pandemia nos mostró lo vulnerables que somos. Nos quedamos sin poder darle a la gente lo que más nos gusta, que es la conexión con ellos, es el ida y vuelta. Por suerte estamos en un momento de aceptación masiva, es como que le llegó el momento a Turf después de tantos años de que ocupemos el lugar que no pensábamos que debíamos ocupar, el lugar que siempre nos habían dicho que teníamos que ocupar, ni siquiera nosotros creíamos que teníamos que ocupar. Todo llega, uno va creciendo, aprendiendo, estuvimos 7 años separados en el que cada uno tuvo proyectos de diferentes índoles, y nos demostramos que solos podemos pero que juntos éramos más. Nos sirvió mucho para crecer y para hoy en día estar enteros y poder disfrutar de este presente que nos regala la gente«.

«Con el disco nos pasa algo muy fuerte que nunca nos pasó, y es que todavía no salió. Hemos ido cortando temas y sacando, que son hit. Ahora el 2 de noviembre presentamos un último single y ahora creo que lo tocamos en Rosario», contó el músico sobre su último trabajo de producción.

La relación con la gente de Rosario no fue siempre del todo amigable. Sin embargo Caloia reconoció que la última vez que vinieron a la ciudad, «no podíamos creer el nivel de aceptación que hubo la vez anterior. No preguntábamos donde estaba esa gente cuando íbamos a Rosario. Evidentemente los que estábamos escondido éramos nosotros».

El batero concluyó: «Estamos re entusiasmados porque volvimos de Rosario con una sonrisa de oreja a oreja. Nosotros habíamos ido a Rosario muy pocas veces y no habíamos tenido buenas experiencias. Así que volvemos por más a repetir lo que pasó y más también.