Por Florencia Vizzi

urielEn algún momento fue sueño, quimera, utopía… Ahora es parte de una realidad, fruto del trabajo colectivo, que terminará de materializarse este viernes 13 a las 20. La plaza Antártida Argentina, de Barrio Copello, en Capitán Bermúdez, se vestirá de fiesta para un acontecimiento especial, algo a lo que, por lo general, no está acostumbrada. Se trata del estreno de Uriel y la palangana mágica, una producción hecha por bermudenses para todo el mundo.

“Parece que lo mágico está ahí, en algo tan cotidiano como puede ser una palangana para alguien que no tiene lavarropas”,  dice en un momento José Mateucci, integrante de la productora impulsora del proyecto, que luego de ganar el Programa Ingenia, fondo para el desarrollo de las iniciativas juveniles, de la provincia de Santa Fe, tomó el poco envión que le faltaba para ser concretado.

José relató, en una entrevista con Conclusión, la génesis de esta historia que, lejos de concluir con el estreno del viernes, arranca un recorrido que carece de fronteras.

“Muchos de los integrantes de Baracunata Producciones formamos parte de la radio comunitaria de Capitán Bermúdez, FM Poriajhú. La idea de la productora surgió de juntarnos y combinar lo que cada uno hacía. Hay realizadores audiovisuales, actores, sonidistas, artistas plásticos… todos participamos de los talleres y el trabajo social que impulsa la Asociación Civil Poriajhú en Barrio Copello, un barrio que está en la zona oeste de Capitán Bermúdez, cerca de la autopista Rosario-Santa Fe. La Asociación tiene más de 15 años trabajando en la comunidad, con proyectos de educación popular, alfabetización, etc. La radio es parte de ello. Y este proyecto surgió de cruzar estas dos cosas, en trabajo del grupo en lo audiovisual y los chicos del barrio y el barrio en general”.

El corto está íntegramente filmado en Copello y actuado por los chicos y vecinos del barrio, que ejercieron a la vez, de productores y anfitriones de las locaciones convertidas en set de filmación.

uriel3“En uno de los tantos talleres que se dictan desde la Asociación hay chicos que hacen actuación. Y surgió la idea de hacerlos actuar, y para ello, armar la película. Pensábamos hacer una película fantástica, destinada al público infantil, pero lo que nos propusimos fue que toda esa fantasía ocurra en Barrio Copello, la idea fue hacer esa apuesta. Porque charlando con los chicos, en el trabajo que uno hace todas las semanas, vemos que todos están muy atravesados por un discurso que los aleja mucho de su propia realidad, dónde parece que las cosas lindas ocurren siempre en cualquier otro lugar, no en Barrio Copello. Entonces nos dijimos: ¿Por qué no hacemos un corto fantástico que suceda acá? Así se pueden imaginar cosas maravillosas que ocurran en el barrio”.

Barrio Copello es uno de esos que, como tantos otros, padece la cotidiana, prejuiciosa estigmatización uriel4social y mediática. Un barrio de trabajadores, cuyo nombre aparece en los medios siempre ligado a cosas malas, hechos violentos, crímenes…  “Es algo que charlamos mucho, con los chicos y con los padres… los vecinos nos abrieron las puertas de sus hogares durante tres días, y nos permitieron que les corramos los muebles y les demos vuelta la casa, para filmar, simplemente porque estaban contentos con la idea de que se haga una película en el lugar, y apenas nos descuidábamos, se largaban a preparar las tortas fritas, para ofrecernos con mate mientras nosotros filmábamos. En todas esas oportunidades conversábamos mucho sobre eso que pasa con Copello, como el barrio aparecía siempre, en todos lados, como un barrio marcado. Y a partir de esto, Copello sale en los medios por una película, que se hizo en la ciudad. Entonces eso es algo transformador, empezar a construir desde otro lado. Y la gente del barrio está muy comprometida e ilusionada”, señala José, con entusiasmo.

uriel1Mateucci, quien además de ser el director, es músico, relata que luego de llevar la propuesta, que fue bienvenida, empezaron a trabajar con los habitantes de la zona, quienes fueron los encargados de convocar a quienes pudieran prestar sus casas como locación. “Eso fue maravilloso –señala-  porque un montón de gente se ofreció, y estuvimos recorriendo el barrio viendo los lugares dónde íbamos a filmar. Hubo un momento en que, en el guión, aparecía gente con carros, así que nos trajeron varios carreros del barrio, que además actuaron en la película. Con los exteriores pasó lo mismo. Los que estaban en las plazas y canchitas de fútbol, también participaron”.

En cuanto a la película, el director señala que “es un corto que, básicamente, refleja el pasaje de la niñez a uriel2la adolescencia, tiene que ver con lo que todo niño atraviesa en esa etapa. Todos los personajes son niños, y los adultos que aparecen no se les ve las cara, al estilo de los viejos Tom y Jerry. Está focalizado en el personaje principal que es Uriel, y la idea fue trabajar con el mundo infantil y la fantasía, y la perspectiva que se usa en las cámaras reflejan eso”.

No sólo la productora, el director y los guionistas son de Capitán Bermúdez, sino que el autor de la banda sonora,  Matías Guastoni, es también de la localidad. Toda la música del corto está hecha en base a un tema de él, “Tengo la canción”, sobre el que se grabaron arreglos instrumentales y variantes.

Por su parte, la financiación, más allá del monto obtenido a partir de ganar el Programa Ingenia, que le permitió a la productora comprar algunos insumos, surgió del trabajo voluntario de los creadores del proyecto. “Es un trabajo que queríamos hacer y conectó con la productora”, remarca Mateucci.

La Asociación Civil Poriajhú

Esta película tiene una historia propia, que se remonta bastante más atrás, que conecta con el retorno a la democracia y hasta con Pocho Lepratti. Es la historia de la Asociación Civil Poriajhú, voz guaraní que significa “los pobres”.

“La organización nace en Capitán Bermudez –relata José- a partir de un grupo de gente que quería trabajar en educación popular, gente que se conoció en los años 80, con el fin de la dictadura, haciendo cursos de alfabetización en distintos barrios, no sólo de Capitán Bermúdez sino también de Rosario. Incluso algunos trabajaban con Pocho. Esa movida finalmente confluyó en la creación de la Asociación, que se instaló en barrio Copello para trabajar con alfabetización y apoyo escolar, siempre desde los principios de la educación popular. Luego, con el advenimiento de la crisis de 2001, se abocaron también a la economía solidaria y popular. Fueron los impulsores del trueque en la ciudad y los creadores de pequeños emprendimientos en conjunto con la gente que iba perdiendo su trabajo».

Uno de esos talleres de educación popular fue la raíz de la que surgió uno de radio que, con el tiempo, derivó en diversos programas en emisoras comerciales de la ciudad. Eso fue creciendo tanto, que, con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se pudo avanzar en una radio propia de  la asociación, y así nació la FM Poriajhú, que hoy forma parte de FARCO (Federación Argentina de Radios Comunitarias)

Noche de Estreno

El estreno de la película es, por supuesto, en la plaza del barrio, la plaza Antártida Argentina. “La idea es proponerle a la gente de la ciudad que venga al barrio, y que, eso que siempre aparece como un fantasma, eso de ‘uh, entrar a Copello’, esta noche sea otra realidad. Van a venir y van a ver una película en la plaza del barrio, para que, así, el estreno también se convierta en un acontecimiento transformador, a partir del cual,  esa persona que siempre tuvo una imagen, que es inventada, porque no es real y no surge de ninguna experiencia con el barrio, pueda cruzar la vía… porque ese corte, esa división geográfica, también es algo casi simbólico que en todas las ciudades se repite, donde parece que del otro lado de la vía está lo oscuro, (y eso es algo que, de hecho, nosotros trabajamos en la película) entonces, esa persona, que siempre tuvo esa imagen, podrá conocer el barrio y comenzar a relacionarse con ese lugar y su gente de otra manera”.

Teaser de Uriel y la palangana mágica

Fotos: Baracunata Producciones