Por Federico Morel

Foto: Chilli PH

Luego de un parate de dos años debido a la pandemia por coronavirus, Zona Ganjah vuelve a Rosario este sábado 18 a partir de las 20 en Vorterix (Salta 3519) en el marco de su gira internacional que tiene por objetivo presentar las canciones de Cristal 9, el flamante disco grabado y producido durante este período.

Con casi 20 años de vida y con nueve discos en la espalda, la banda chilena vuelve a recorrer los escenarios de cada una de las ciudades donde sus seguidores esperan ansiosos su llegada. Cristal 9, el ansiado disco que presentan los predicadores del reggae music latinoamericano, muestra un estado de madurez tanto en composición como en producción, lo cual hace que tenga características especificas de una etapa de espiritualidad plena por la que atraviesa el conjunto.

Conclusión entrevistó a José Gahona, creador y cantante de Zona Ganjah, quien en una amena charla habló de las características que hacen a este nuevo material tan particular, pero que no deja de tener la esencia de un disco de reggae que «trae luz a la oscuridad».

– ¿Qué expectativas tienen para esta gira y su llegada a Rosario nuevamente?

– No solamente es el hecho de volver a Rosario, volver al ritmo, volver a los escenarios después de este parate que hemos tenido a nivel mundial, sino también volver con un disco nuevo que es lo que lo hace especial y es lo que agrega un elemento de frescura a nosotros como banda. Para nosotros hacer temas nunca antes hecho en una carrera de casi 20 años, agrega ese toque de frescura, nos renueva. Así que contentos.

 

– Cristal 9 tiene particularidades que hacen que sea un disco novedoso, pero no pierde en ningún momento la esencia del reggae que ha caracterizado a la banda durante estos casi 20 años de carrera. ¿Qué hace que este disco sea tan particular?

– Yo creo que lo que hace distinto es el contexto en el que fue creado. Se desarrolló en pleno encierro, en plena cuarentena y eso le dio un toque introspectivo a la composición a las canciones. Por otro lado, dio quizás un poco más de tiempo para meterse más de lleno en la producción, porque antes era tener que irse de gira y tener menos tiempo para trabajar en el disco, en la producción sobre todo. Entonces, este disco tiene esa particularidad y dio como resultado un nivel técnico más alto que el disco anterior y un tinte introspectivo en las composiciones.

– Teniendo en cuenta ese contexto, ¿cómo te encontró emocionalmente este proceso de composición?

Me encontró en un proceso de maduración. En este disco estoy en una etapa más madura de composición en el sentido de haber entendido, a nivel emocional y espiritual, algunas cosas importantes en mi vida que me llevan a querer compartir algunas de esas ideas. Esto que mencionabas del viaje y las experiencias que viví en el encierro que fueron muy difíciles a nivel emocional, psicológico me llevan a un aprendizaje que los termino convirtiendo en canciones que quiero compartirlas con la gente, entonces ha sido como mostrar lo que uno aprende en este tiempo. Cada disco es eso para mí.

– En una de tus últimas entrevistas para Pelagatos hablás de esta experiencia que tuviste con hongos. Muchos sostienen que es de «hippie». ¿Qué análisis haces de este viaje y como pensás que repercutió en la personalidad del disco?

– De hecho, estos elementos de la naturaleza se pueden consumir buscando un viaje notorio. He tenido la posibilidad de hacer terapias con micro dosis, lo cual no te da ninguna alteración de conciencia, si se quiere decir así, y trabaja a un nivel mucho más sutil en el subconsciente y te da una acomodada a nivel psicológico inconsciente. Eso me ayudó mucho en esta etapa de encierro. Y por otro lado se utiliza en búsquedas, como me gusta llamarle a mí. Son búsquedas porque no se puede anticipar lo que vas recibir, es siempre diferente, no se puede sintetizar una experiencia con hongos en una descripción fija. Es muy personal de acuerdo con lo que la persona tiene intencionado conseguir, también depende de la persona en el estado en el que esta, en el momento en el que esta, el contexto en el que está. En mi caso, yo he tenido muchas experiencias con hongos porque considero que ahí hay información que no se encuentra en ningún otro lugar, experiencias que te dan información. En esta última, fue una intensidad muy superior a la anteriores que tuve, de hecho, decidí consumir más cantidad, creo que eso pudo haber influido en la profundidad del viaje que me toco experimentar ahora. Fue realmente un antes y un después para mí, o sea cada experiencia con hongos lo son un antes y un después, pero esto fue algo muy notorio, porque lo intencioné mucho hacia el lugar del aprendizaje. Más allá de que esté relacionado al hippismo, el hecho de que las personas se acerquen por el lado que sea, este elemento te va a dejar siempre algo. Esta planta te va a dejar siempre algo diferente, no es como otras plantas que podes tener un mal viaje. Creo que en este caso no es así y siempre vas a terminar con una experiencia que te va a dejar en un lugar diferente del que estabas antes.

– ¿Se puede decir que es un manto de clarificación o que este elemento te muestra que hay otra realidad a la que estamos acostumbrados?

– No te lo muestra quizás desde el lugar que muestra al ser humano cometiendo cosas erróneas. A grandes rasgos, lo que hace es darte la certeza de que no estamos compuestos solo por materia física. Es como que te abre la puerta hacia el mundo energético del ser humano y te deja la certeza. Es una puerta que, luego en el plano terrenal, puedes llegar a sacar esa conclusión sobre la vida y las acciones humanas. No es que el hongo te dice que el sistema está mal, sino que el hongo te muestra una parte que el sistema no te muestra. Hay otra realidad en el que ser humano posee gran parte de lo que nos conforma, la parte energética. Y estas plantas de poder te hacen ir hacia ese lugar, entonces una vez que vuelves las cosas no son como las veías antes porque tenés la certeza que hay algo más que lo físico y todo tiene un porque basado en todo este plano energético que da como resultado este plano físico. La sensación que te genera esta experiencia es maravilloso, no es una idea, es una certeza y eso es lo poderoso de esta experiencia.

– Zona Ganjah en cada uno de sus discos, sus presentaciones, la manera en que viven el reggae music, ¿tiene un objetivo claro a donde apuntan? ¿existe alguna intención de predica o de apuntalamiento hacia el público en cuanto a la manera en que viven esta música?

– Totalmente, no sé si es un mensaje específico, sino algo más generalizado de poner a la gente en una búsqueda espiritual. Abrimos la puerta para que después de eso uno continúe su propia búsqueda, creo que eso es muy importante, nosotros no intentamos enseñar algo que te va a llevar a una idea para que digas que sos espiritual, sino abrir una puerta para llevarte a la idea de que querés descubrir la propia espiritualidad, porque tampoco queremos que sea una manera fija, no hay un estándar para toda la humanidad o igual para todos. Eso está ajustado a cada ser humano porque cada ser humano es muy diferente es su propósito, en su camino. Eso es lo más grande que intenta lograr Zona Ganjah en la gente, es ponerla en la entrada de esa puerta hacia su propia búsqueda de su espiritualidad porque ahí es cuando la persona empieza a generar un nivel de conciencia cada vez más alto en esta búsqueda espiritual y eso impacta en la sociedad, y la sociedad impacta en el mundo, en la naturaleza. Es como que con ese inicio te da para el resto de todas las cosas. En vez decir cuiden la tierra, intentamos que la gente se acerque a su propia espiritualidad para que entiendan porque deben hacerlo y que les nazca querer hacerlo.

– Las redes sociales han hecho que la música de Zona Ganjah, como la de muchas bandas, haya llegado a los lugares mas remotos de planeta. ¿Cómo fue este proceso de acercamiento, de conexión más directa con sus seguidores?

Zona Ganjah comenzó a crecer en el momento que empezó a explotar la internet. No necesariamente con las redes sociales, sino con la facilidad de adquirir música con los programas como el Emule, el Ares. Entonces se generó esa situación y lo que hicimos nosotros fue abrir gratuitamente nuestra música y sucedió lo que se denomina hoy la viralización. Fue una de las primeras bandas en viralizarse, en experimentar el fenómeno real de la viralización y empezar a confirmarlo yendo a lugares lejos de nuestra propia tierra y esperándonos sin haber hecho nada, es decir, sin movida de marketing, sin movimiento de prensa. Entonces, esa conexión natural con la gente se dio desde un inicio con Zona Ganjah y eso nos deja como una costumbre que siempre fue así. Hoy en día es más tangible a través de las redes sociales.

 

– En ese sentido, la tecnología ha modificado hasta las formas de grabar y producir la música, ¿cómo te llevas como productor con estas nuevas herramientas que llegaron para quedarse por supuesto, y van a seguir evolucionando con el correr del tiempo?

– Puntualmente, entre la diferencia de lo digital a lo analógico, he tratado de lograr un equilibrio. Me pasa que lo digital me da la facilidad de tenerlo rápido y barato, pero al mismo la experiencia es otra. No es lo mismo estar haciendo música con un mousse, que estar haciéndolo con el instrumento en la mano. Yo empecé haciendo música con instrumentos y aparatos analógicos, me quedo mucho esa experiencia de sentir que estoy haciendo las cosas al palparla. Entonces, últimamente, en instrumentos como en equipos he estado buscando más lo analógico, porque me permite jugar en el momento, apretar un botón, no mirar tanto la pantalla y también por la rapidez que me da tener el aparato ahí. Sin embargo, también veo que las nuevas generaciones ya tienen cierta habilidad, como que ya nacen con esto, ya lo tienen incorporado en lo digital. A nivel personal, me gusta conservar lo analógico, tengo mmi estudio analógico y me gusta conservar la experiencia. En relación a la producción, he estado aprendiendo a lidiar y equilibrar con el proceso de producción para que no sea un proceso vicioso, sino para que tenga un final sano. La verdad que es difícil llegar a la decisión de decir está listo, porque siempre hay cosas para hacer, y eso surge de un oído entrenado. Entonces es reconocer y decir la música es música en este momento y decir ya está bien. Después entender que son dos etapas de creación importantes, peor la etapa de creación de la obra sucede en la composición junto con una parte técnica, a no ser que hagas una canción a capela completamente. Entonces la manera que surge en ese momento es la obra, y el manoseo que sufra en la parte de producción puede dañar a la obra puede dañar a la obra. Vibra positiva salió casi tal cual la cree porque en ese momento no sabía que había que producir y masterizar, y es una obra suprema, y eso me da una gran lección a mí como productor. Tiene más de un millón por mes de reproducciones sin embargo no tiene producción. Entonces valorar eso también y no manosear eso que fue en un inicio porque ahí está la magia. Lo demás es pulirla para ensalzar eso y no para deformarla. Lo que sale en ese momento caótico creativo del arte es sagrado, lo demás es técnico y viene de la cabeza y de ahí no viene el arte.

– Hablando del reggae music, ¿sigue siendo este género musical para Zona Ganjah una luz ante tanta oscuridad?

– Creo que es la esencia del reggae y lo que mantuvo hasta el día de hoy, fusionado con la cultura sudamericana, porque esto viene de la cultura africana, de la esclavitud, de cuestiones que en este lado no nos conciernen mucho ni siquiera como pueblos originarios, pero sin embargo llegó a fusionarse en este lado manteniendo la esencia de un género espiritual y traer luz a la oscuridad.  Y en este momento, hoy y mañana, el reggae va a seguir cumpliendo ese propósito porque va a ser el único género que entregue ese contenido. No hay otro género que en sus letras aporte positivismo, optimismo, ver que está todo bien, que se puede seguir, por nombrar algunas cuestiones de la espiritualidad porque lo son. Y en ese sentido, el reggae no va a tener nunca competencia, porque no hay otro género que abarque este tema y lo proponga así a la sociedad. Por más que el género baje o suba, va a tener esas fluctuaciones como en todo en la vida, pero jamás va a desaparecer, no es que va a bajar para desaparecer, sino que va a dar lugar a otras cosas porque eso también sirve para contrastar con el reggae, para volver a valorarlo, porque el ser humano funciona así, valoramos las cosas cuando las contrastamos, cuando nos las tenemos o cuando surge algo que contrasta con esa luz para valorar esa iluminación que tiene el reggae. Así que el reggae va a estar siempre ahí y siempre disponible para que las personas encuentren ese equilibrio en la música.