La discusión inició porque las organizaciones querían colocar unas 20 ollas, con sus respectivas garrafas. Las autoridades municipales consideraron que dicha acción pondría en peligro la seguridad de las personas que transitan la zona habitualmente.
Es por un recurso de amparo colectivo que presentaron la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el CELS.
El Banco de Alimentos realiza la cena anual para juntar fondos para quienes más lo necesitan. Apuntaron que, por la situación económica, la demanda subió en los últimos meses y bajó la cantidad de donaciones.
El Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria estimó que se necesitaron casi 500.000 pesos para productos de consumo masivo y más de 661.000 pesos para los servicios básicos para el hogar. Una pareja de jubilados tuvo que ingresar haberes por más de 537 mil pesos.
A pesar de que los alimentos registran aumentos regularmente, un tercio de la canasta de consumo de una familia está concentrado en precios regulados de la economía, como las tarifas, que vienen retrasados pero que comenzarán a moverse en el segundo semestre.
Los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,3 veces. Se trata del mismo índice que se registró en mayo.
Desde la Municipalidad indicaron que los refugios están funcionando a capacidad llena, al tiempo que recordaron que, mediante los Centros Cuidar y otras instituciones, se asiste alimentariamente a unos 200.000 rosarinos. Para trazar el rumbo de la comida y determinar las zonas más afectadas por el hambre, los comedores y merenderos deberán actualizar su información.
La diputada provincial Lucila De Ponti realizó junto al Ceso un relevamiento en cuatro barrios populares rosarinos, en donde se advirtió que a pesar de que la inflación se desaceleró, los ingresos aún no logran recomponerse y, en algunos casos, no llegan a satisfacer ni la mitad de las necesidades alimentarias de una familia.
La última vez que la inflación semanal medida por la consultora LCG superó el 1,8% fue en la segunda semana de marzo, cuando los precios de alimentos y bebidas se dispararon un 3,3%.
La alimentación, en cantidad y calidad, está siendo la variable de ajuste socioeconómica, como lo había sido en las crisis económicas de 1989 y 2001.
Las estadísticas difundidas por el funcionario apuntan que los consumidores tienen que haber encontrado los precios congelados o más bajos de lo que estaban en mayo pasado.
La empresa, que producía alimentos en conservas, cerró la planta que tenía en la localidad mendocina de Real del Padre, en la cual trabajaban 38 personas. De momento, se informó que sólo operará con la fábrica que tiene en Ugarteche.