En un partido que deja muchas más conclusiones pensando en el corto y largo plazo que en lo inmediatamente actual, la Lepra consiguió un buen empate ante un Xeneize que necesitaba imperiosamente ganar. Por momentos pecó de jugar sin 9, pero encontró sus puntos más altos en las intervenciones de Julián Fernández y Pablo Pérez.
La Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram) de la provincia de Santa Fe adelantó que los inconvenientes están extendidos en “varios departamentos y ciudades” y que “involucra una multiplicidad de servicios”.
En el desarrollo general del partido, la Lepra fue quien tuvo más posesión y llegadas, pero pifies defensivos graves y muy malos cambios terminaron por sellar su derrota en manos de Arsenal, un equipo que en todo el torneo había hecho solamente 8 goles y hoy metió 3.
La Lepra necesitaba ratificar el buen resultado obtenido ante Independiente para ganar confianza, pero más necesitaba un triunfo que llegue de la forma en que lo consiguió esta tarde ante Unión: sin pasar sobresaltos. La inteligencia de Pablo Pérez y las piernas de Francisco González, las claves.
El goleador y capitán canalla festejó su gol número 94 en la historia del club de Arroyito y cada vez está más cerca de la historia, pero de nada sirvió porque su equipo perdió un partido clave para el ingreso a las copas.
La Lepra de Adrián Taffarel salió a jugar como un equipo cauteloso, compacto, oponiéndose totalmente en lo ideológico a la intensidad y presión alta que proponía Gamboa, y si bien no pasó sobresaltos, a la larga se quedó en la conformidad contra un rival inofensivo. El empate terminó siendo justo por lo pobre de las propuestas.
Terminar los noventa minutos con el arco en cero parece ya una tarea imposible que solo pudo cumplir en 3 de las 17 fechas, pero eso no es algo que preocupe a los dirigidos por el Kily González, que apuestan siempre a convertir más goles de los que le hagan.
Nuevos aires, mismos viejos problemas. El cambio dirigencial y la victoria ante Lanús parecían haber cambiado la cara de la Lepra, pero la derrota de este lunes volvió a evidenciar las falencias del plantel y el largo trabajo que tienen por delante.
El Canalla del Kily no tuvo su mejor tarde pero sí las ganas suficientes para quedarse con una victoria necesaria de la mano del mexicano Martínez Dupuy, logrando su segundo triunfo al hilo y acercándose a su objetivo internacional.
La Lepra de Gamboa se quedó con una justa victoria de 2 a 1 frente a Lanús en Buenos Aires, clave para volver a levantar en el campeonato doméstico.
En varios tramos del partido el equipo de Gamboa pareció merecer más, pero cuando mejor estuvo chocó con sus limitaciones y cuando bajó la intensidad sufrió horrores la jerarquía de los juveniles de River. Una derrota durísima en un momento institucional decisivo.
Que el Central del Kily González es un equipo competitivo, que puede ganar o perder contra cualquiera, es indudable. Lo que también es indudable es que jugando así, los números vienen siendo negativos.