Es consecuencia del agua acumulada y el viento que anegó ayer vastas zonas de Rosario, Constitución y General López y por la caída de puentes. En tanto, la mayoría de los evacuados comenzaron a volver a sus hogares.
"Fue una tormenta muy severa", reconoció el director de Defensa Civil Gonzalo Ratner a Conclusión al tiempo que señaló que se registraron 67 milímetros de lluvia y ráfagas por encima de los 60 kilómetros por hora.
Desde Defensa Civil aseguraron que la tormenta de la madrugada no provocó daños en la ciudad. Hasta el momento hay sólo dos árboles caídos y cayeron 18,5 milímetros.
Fuertes ráfagas de viento que superaron los 60 kilómetros por hora e intensas lluvias en corto lapso provocaron algunos anegamientos y la caída de una decena de árboles.
Las fuertes lluvias destruyeron o anegaron 560 edificios públicos, 30 fábricas y unos 20 centros educativos. Además, 79,8 kilómetros de rutas y caminos, varios puentes y un dique.
Desde el Inta advirtieron que existe un alto riesgo para la producción, aún persiste el agua por encima de los niveles apropiados en los ríos y en cuencas de la región. Si bien la caída de agua no sería de mucha cantidad, la amenaza persiste.
Desde la madrugada se desató sobre la ciudad una tormenta cuya principal consecuencia son los 99 milímetros de agua caída y los anegamientos que esto produjo. También hay diversas zonas sin luz.
La tormenta que se abate sobre Rosario y la región desde la madrugada produjo inconvenientes en todos los barrios. Se registraron vientos de casi 90 kilómetros por hora. Un joven perdió la vida. Informe de Conclusión.
Esta madrugada se desató una intensa lluvia con ráfagas de viento y actividad eléctrica. Hay varias zonas anegadas, las calles se convirtieron en río y hubo muchos árboles y ramas caídas que en algunos casos obstaculizan el tránsito.
En la capital santafesina y en la ciudad de Santo Tomé se produjeron anegamientos y caída de árboles por las precipitaciones. Más de 90 milímetro cayeron desde la medianoche del domingo en la zona.