El gobierno turco lanzó hoy una serie de operativos militares contra centenares de empresas supuestamente vinculadas a la cofradía Hizmet, que dirige el predicador islamista.
El presidente turco, Recep Tayip Erdogan, afirmó que Turquía estaba entrando en un "período muy diferente" en sus relaciones con Rusia, y que la solidaridad entre los dos países ayudaría a la solución de los problemas regionales.
El ministro del Interior Efkan Ala anunció el viernes nuevas cifras mostrando la magnitud de esa "gran limpia" tras la noche del levantamiento del 15 de julio, que se saldó con 270 muertos.
Según un decreto publicado este sábado en el diario oficial, las detenciones de los sospechosos de estar implicados en el golpe de Estado frustrado podrán durar hasta 30 días.
Cinco días después del golpe fallido, unas 55.000 personas, principalmente policías y docentes, fueron suspendidos o despedidos, según un recuento de la AFP a partir de cifras oficiales.
El país vive en alerta debido a una serie de atentados atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico o relacionados con el conflicto kurdo iniciado en 1984 y que se ha cobrado más de 40.000 vidas.
Estados Unidos celebró el "importante paso" que han dado la Unión Europea (UE) y Turquía por el cual, desde mañana, todos los refugiados que lleguen ilegalmente a las islas griegas serán devueltos a Ankara.
Francisco expresó su "cercanía" con la ciudadanía de Turquía luego del atentado de ayer que dejó 37 muertos en Ankara. Envió "bendiciones de paz, curación y la fuerza sobre la nación".
“Turquía no dudará en utilizar en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier ocasión su derecho a defenderse”, ha asegurado en un comunicado el presidente Erdogan.
"Turquía dispone de informaciones según las cuales los dos pilotos están vivos e intenta recuperarlos", indicó el responsable gubernamental de Ankara bajo cubierta del anonimato.
La Cancillería argentina expresó el “repudio del Gobierno y Pueblo argentino ante el cruel atentado terrorista” que tuvo lugar en Ankara y comunicó su “solidaridad” con ese país, y con los familiares de las víctimas.
En Ankara, funcionarios de áreas económicas reconocieron que el crecimiento mundial es más débil que el esperado. Esperan evitar guerra de medidas "proteccionistas".