El portavoz del Gobierno helénico, Dimitris Tsanakópulos, dijo en su rueda de prensa semanal que "el acuerdo técnico" del programa de rescate "es equilibrado y sostenible".
Otmar Issing, el economista en jefe del Banco Central Europeo (BCE), dijo que todo el sistema del euro está al borde del colapso y desde su concepción quedó intrínsecamente defectuoso.
Entidades bancarias de Japón y Alemania comenzaron a iniciar movimientos con el fin de culminar sus transacciones con el Banco de Japón y Central Europeo (BCE), respectivamente. Hay hay una gran preocupación.
La coalición gobernante de Syriza con Tsipras a la cabeza cedió a los reclamos de los acreedores internacionales de la eurozona, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE).
El director de crédito del Royal Bank of Scotland (RBS), propiedad de la misma reina británica dijo ver "un derrumbe de todo el sistema financiero trasatlántico y un desplome en las bolsas de valores en Estados Unidos y del Reino Unido"
A partir de 2016, las instituciones financieras que tengan patrimonio negativo podrían empezar a ser recapitalizadas con la expropiación de los tenedores de bonos.
La inquietud se plantea a partir de la preocupación de Tsipras para iniciar negociaciones para un nuevo acuerdo, sin que se haya resuelto nada al respecto. Acreedores exigen más acciones.
El primer ministro griego justificó la aceptación de lo impuesto por la Unión Europea. Por otra parte, su ex ministro de Finanzas denunció que hay “poderes oscuros”.
Julio Gambina, Doctor en Ciencias Sociales, catedrático de distintas universidades de Argentina y miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, propone en este artículo profundizar el análisis para evitar comparaciones ligeras sobre la crisis que vivieron estos dos países.
El primer ministro del país helénico, Alexis Tsipras, confirmó el envío de una misiva pero con modificaciones a la Unión Europea, al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional.
Así lo determinó el gobierno de Alexis Tsipras quien señaló que "las decisiones del Eurogrupo y del BCE es intentar chantajear la voluntad del pueblo griego y dañar el proceso democrático".