La Policía de la Ciudad indicó que la llamada ingresó pasadas las 18.20, y una “voz masculina” que indicó ser “personal de seguridad de la Casa Rosada” advirtió que “se le aproximó una persona indicándole que instaló un artefacto explosivo en el interior de la sala presidencial”.
La azafata que realizó la falsa amenaza de bomba a un avión que debía despegar a Miami fue despedida por Aerolíneas Argentinas. Además, se encuentra detenida por el hecho.
Una nave de Aerolíneas Argentinas que debía partir a Miami desde el aeropuerto de Ezeiza debió ser evacuada por una amenaza de bomba.
El 1 de mayo de 1909, trabajadores anarquistas se disponían a conmemorar el Día del Trabajador, cuando la policía que lideraba Ramón Falcón descargó todo su accionar represivo, dejando a varios muertos y a decenas de heridos. Seis meses más tarde, el militante anarquista Simón Radowitzky, a modo de venganza, tiró una bomba contra el coche en el que se desplazaba el jefe policial, provocando así su muerte.
Ocurrió cerca del mediodía tras un llamado al 911 que alertaba sobre un artefacto explosivo en el lugar. Rápidamente se constató que había sido falsa alarma y se retomó la actividad en la entidad.
En el puerto pesquero de Saikazaki, Fumio Kishida se cubrió tras oírse una fuerte explosión mientras la Policía sometía a un hombre en el lugar. Un agente policial sufrió heridas leves en el incidente.
Parte del techo de la mezquita y de las murallas quedaron destruidas y de los escombros salían sobrevivientes ensangrentados.
En la provincia se ubica uno de los principales puertos secos del país en la ciudad de Hairatan, cerca de la frontera con Uzbekistán, que contiene enlaces ferroviarios y por carretera con Asia Central.
El ataque apuntó a policías que iban a escoltar a un equipo de vacunación contra la poliomielitis en la ciudad de Quetta. El movimiento de los talibanes paquistaníes Tehreek - e-Taliban Pakistan (TTP) reivindicó el atentado con bomba, efectuado por un "mártir".
Una jubilada y su hijo recibieron este fin de semana el ataque de una bomba Molotov en el frente de su vivienda tras negarse a abandonarla. “Le vamos a meter tiros”, decía la nota que les dejaron.
El hecho fue cometido con una bomba colocada previamente en un vehículo y hasta el momento nadie se adjudicó el ataque. También resultaron heridas 27 personas.
Las amenazas llegaron por medio de llamados telefónicos, mientras el presidente Alberto Fernández participaba de una cena de camaradería de las Fuerzas Armadas.