Del fuego que comenzó hace más de dos semanas, este miércoles continuaban llamas activas en Traslasierra, en la zona de La Paz, y en Calamuchita; en el sector de Villa Amancay; también en el sur provincial, cerca de la localidad de Achiras; y en el departamento Cruz del Eje.
Las brigadas de bomberos continúan hoy con el combate de los focos que se mantienen en las serranías del noroeste cordobés, entre el Valle de Punilla y Cruz del Eje, y también en los montes del sur cercanos a las localidades de Achiras, Las Albahacas y Los Chañares, en el departamento Río Cuarto.
El cambio de viento ayudó a controlar el fuego en varias localidades cordobesas, pero aún hay focos activos en La Cumbre y Alpa Corral. En los sectores afectados trabajan unos 300 bomberos.
El fuerte viento que sopla en las sierras cordobesas sigue complicando la situación y las lloviznas que se dieron en la mañana del sábado no bastaron para humedecer lo suficiente el terreno.
Según los informes, algunas poblaciones pequeñas fueron literalmente borradas del mapa durante la última semana, haciendo suponer que varias de ellas nunca se volverán a reconstruir.
La reactivación de hoy reinició la lucha contra el fuego que ya se cobró cientos de hectáreas de bosques nativo.
Un hombre sufrió un problema de salud mientras manejaba, por lo que detuvo el auto en pleno microcentro. Bomberos y personal médico trabajó en el lugar.
Bomberos de la brigada forestal provincial, rescatistas federales, un helicóptero de Prefectura Naval, y dos aviones provistos por Nación realizaron un operativo sin precedentes para lograr apagar los principales focos ígneos.
El hecho ocurrió en cercanías de la localidad de San Lorenzo, cuando una mujer perdió el control de su auto, el cual dio varias vueltas y quedó tumbado al costado del corredor. La víctima fue hospitalizada pero se encuentra fuera de peligro.
El fuego comenzó en la baulera del inmueble. Los bomberos llegaron rápidamente y no se registraron heridos.
Un centenar de efectivos intentan controlar sobre tres frentes el fuego que comenzó el viernes último en la Sierra Grande de San Luis, tarea que se complicó por la acción del viento, la topografía y las temperaturas del ambiente.
Ocurrió esta mañana en Libertad y Mendoza, donde ahora los zapadores tratan de investigar su origen.