Prensa de Gran Bretaña y Estados Unidos destaca como determinante la visita del presidente norteamericano al Reino Unido en abril y su apoyo a David Cameron para que los británicos voten a favor del Brexit.
La ministra del Interior, Theresa May, aparece como la gran favorita ya que contaría con el apoyo de un centenar de los 330 diputados conservadores, quienes deberán escoger a partir del martes a los dos candidatos finalistas.
El Presidente de la Nación se reunió este mediodía con su par francés para analizar la situación de Europa tras la salida del Reino Unido y avanzar en la negociación entre el Mercosur y la Unión Europea.
El testimonio corresponde a Jean-Claude Juncker, presidente del organismo continental, en respuesta a la solicitud de la ministra Nicola Sturgeon. Por su parte, Mariano Rajoy rechazó las negociaciones.
"El Reino Unido no será el último país en dejar la Unión Europea", aseguró el líder de la bancada del movimiento euroescéptico UKIP, quien se mostró firme al dirigirse a los europarlamentarios.
Así lo dijo la canciller alemana ante los diputados alemanes al tiempo que señaló que "quien sale de la familia no puede esperar que todas sus obligaciones desaparezcan y que se mantengan sus privilegios".
A la presentación de la renuncia de Cameron, se le sumaron las críticas de Escocia e Irlanda del Norte donde ganó la postura de permanencia en la UE, en contraposición a la decisión de Inglaterra.
Lo dijo el primer ministro francés, Manuel Valls ya que consideró que la negociación "no va en el buen sentido" . "Impondría (...) una visión que no sólo beneficiaría a los populismos sino que sería mala para nuestra economía", agregó Valls.
Más de 36 millones de españoles decidirán si mantienen a la derecha en el poder o apuestan por un cambio, encarnado por la izquierda antiausteridad de Podemos, en los primeros comicios europeos tras el Brexit.
Así lo solicitó Martin Schulz, presidente del parlamento ya que consideró que un periodo confuso "conduciría a más inseguridad, poniendo en peligro al empleo". "Esta actitud de duda, nos perjudica a todos", añadió.
El ex primer ministro laborista (1997-2007) reconoció que el proyecto europeo "se enfrenta a un desafío enorme" por lo que los que creen en él deben "dar un paso adelante y defender una verdadera reforma".