En el departamento de Cochabamba este viernes hubo al menos cinco muertos. Según medios de Bolivia, son quince los muertos en lo que va de las manifestaciones. Los bolivianos siguen movilizados para exigir el respeto de la democracia y la renuncia de Jeanine Áñez.
Fiscalía registra 23 muertes desde que se iniciaron las protestas y según la Cruz Roja la cifra de personas heridas en las movilizaciones supera los 2.500.
La manifestación se concretó ocho días después del inicio de una rebelión popular seguida de represión que dejó 19 muertos y cientos de heridos.
“El pueblo está levantado pidiendo una mejor calidad de vida”, señalaron ciudadanos chilenos residentes en la ciudad.
Los movimientos de lucha dijeron al candidato Alberto Fernández que no abandonarán las calles y le recomendaron implementar una serie de políticas sociales en caso de que sea el próximo presidente de los argentinos.
Tras casi cuatro meses consecutivos de manifestaciones, otra vez la protesta terminó con camiones hidrantes de la policía, nubes de gases lacrimógenos, bombas molotov y escenas minoritarias pero caóticas de persecuciones, agresiones y represión policial.
Luego de una extensa jornada que incluyó acto por el día del Maestro y cena aniversario de la central industrial, el candidato a presidente se llevó un principio de acuerdo de cara a un posible gobierno. Manzur ofició de anfitrión y lo nominó “jefe del peronismo”.
Juan Pablo Mariño, bajista de oficio y pasión, comprendió que su arte y conocimiento, además de ser plasmado en sus composiciones, debía ser compartido con esos músicos que necesitaban un puente para llegar a lograr su objetivos musicales en un rol de productor. Nota especial para el #3 de la revista de 70/30.
En la sinuosa frontera de los 70', Higinio Maltaneres mutiló para siempre su antiguo ser para dejar paso al croto viejo, al criollo norteño, a Cachilo, el pájaro barbudo y cantor que coparía los muros de Rosario con sus poemas/graffitti y pasaría a la historia años después. Nota especial para el #3 de la revista de 70/30.
Al caer la noche, la Policía ordenó a los manifestantes desmovilizarse pero como algunos se negaron, las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar gases lacrimógenos.
"Es un fenómeno que comenzó hace dos años", señaló el presidente. También dijo lamentó el impacto estético en las ciudades, los riesgos de salud para los oficiales de policía y el efecto en los residentes de esas ciudades.
Las protestas llegan en un momento en que el presidente afronta una erosión rápida de su popularidad y una ola de reclamos por recortes presupuestarios a las universidades.